viernes, 1 de julio de 2016

Sigue en baja la participación del Estado en la renta agrícola
La participación del Estado en la renta mantiene su tendencia a la baja siendo la menor de los últimos 10 años y quedando en junio en 65.8%. Una de las razones, la importante recuperación de precios a nivel internacional. Buenas perspectivas para el trigo y el maíz. Costos subiendo al 44% anual. 
La participación del Estado en la renta agrícola, índice FADA, marcó para el mes de junio de 2016 un 65,8 %, por debajo del 67,7 % de marzo y sustancial mente menor al 93,5 % de junio de 2015. Con respecto al año anterior, favorecen la corrección del tipo de cambio y la eliminación/reducción de los derechos de exportación; y con respecto al trimestre anterior, la suba de precios internacionales. 
A pesar de la importante caída de la participación del Estado en l a renta agrícola, los impuestos nacionales significaban el año pasado $3230 por hectárea, mientras que este año significan $5375, un 66,4% de pesos más que van al Estado. 
Ese aporte fiscal podría ser aún mayor debido a que parte de los derechos de exporta ción, en el maíz por ejemplo, en realidad iban a otras partes de la cadena, mientras que ahora van al Estado principalmente vía Ganancias. 
El termómetro del campo 
Las lluvias y las inundaciones generaron importantes pérdidas en algunas partes del país y a cientos de productores y sus familias los dejaron en una situación complicada. Se estima que cerca de 1 millón de hectáreas se vieron gravemente comprometidas, algunas de las cuales tardarán hasta 4 años en recuperarse. Mientras que en otros lugares generó pérdida de calidad y problemas para levantar y transportar la cosecha. 
La parte de la zona agrícola que no fue gravemente afectada goza de buena salud económica, buena salud que se va a comenzar a sentir en las economías regionales de la zona pampeana en los próximos 30 a 60 días. 
La buena salud está dada por las mejoras de precios, una menor participación del Estado en la renta agrícola, buenos rindes para el promedio del país y la mejora del resultado económico para todos los cultivos, especialmente maíz. 
La mejora de precios se ve principalmente en la soja, que lleva un aumento del 31% en los últimos tres meses, seguida por el maíz con 19% y el trigo con el 8,8% de mejora. Sin embargo, si comparamos estos números con los de junio de 2015, la soja present a un incremento del 17,6% y el maíz del 16,9%, mientras que el trigo cayó un 7,1%. 
La recuperación del precio de la soja mejoró la rentabilidad de este cultivo, sin embargo, desde las medidas de diciembre el maíz mejora a la soja al punto que actualmente el resultado económico duplica a la soja. Con estos números es esperable un incremento del área maicera de al menos un millón y medio de hectáreas. Queda la pregunta de cómo agregar valor a ese maíz y cómo transportarlo, ya que sólo el paso de esas hectáre as de soja a maíz significan 200.000 camiones más.
En el caso del trigo, el ingreso neto por hectárea más que duplica en pesos al promedio de 2015, lo que impacta de manera directa en la ecuación económica. Un mejor resultado económico sumado a la necesidad de consumir agua en muchas zonas del país, con alta probabilidad incrementará el área sembrada. Según las Bolsas de Cereales esa suba será cercana al 30%. 
Un millón de hectáreas de trigo más, significarán un movimiento económico de 8 mil millones de pes os, 4 veces lo que hubieran significado para el gobierno las retenciones a los precios de este año. Al mismo tiempo que se dio esta mejora de precios, se aceleraron los costos, con una suba interanual del 44,7%. Con respecto a marzo, la suba se encuentra p rincipalmente en las labores y el transporte, porque a marzo todavía no estaban actualizados todos los precios, a lo que se sumó el aumento en los combustibles. 
Con insumos dolarizados hay algún riesgo de que si hay alguna devaluación en lo que resta del a ño, el 2016 cierre con un incremento de costos en el sector agrícola cercano al 50 - 60%. En relación a los costos, también entran los arrendamientos, que venían registrando bajas durante los últimos 3 años. 
Conociendo los números actuales es factible de que haya importantes reacomodamientos en los contratos con aumento en términos reales del 20% al 30% de acuerdo a las zonas y a lo que había bajado con anterioridad. 
¿Qué es el Índice FADA? 
Que el Estado participe del 65,8% de la renta agrícola significa que la sumatoria de los tributos (provinciales y nacionales, incluidos los derechos de exportación a la soja) representan $65,80 de cada $100 que genera de renta una hectárea promedio en Argentina La renta es lo que vale la producción menos los costos, en otra s palabras, el resultado que se obtiene al restarle los costos de producción, comercialización y transporte al valor de la producción a precios internacionales. 
La producción y costos de la hectárea se calculan utilizando los rindes, costos y distancias al puerto promedio a nivel nacional para los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol y ponderando los por la participación de estos cultivos en el área sembrada nacional. Así, se obtiene la renta, la que se distribuye en el resultado de la producción después de impuestos, la renta de la tierra y la participación del Estado.