viernes, 1 de julio de 2016

Impacto del Brexit en el mercado de la carne 
Del acuerdo Mercosur-UE a la decepción del Brexit. El voto de los ciudadanos británicos para salir del bloque europeo tendrá consecuencias directas sobre una negociación que ya venía con dudas. Por Miguel Gorelik* 
Mientras en el Mercosur los gobiernos comenzaban a evaluar los pormenores del primer intercambio de ofertas en la negociación por el tratado de libre comercio con la Unión Europea, el voto del electorado británico a favor de separarse de este bloque, cambió el escenario de un día para otro. 
Con esta novedad política, parece lejana la preocupación por los rumores de que en el intercambio de ofertas realizado en mayo, Europa no habría dado un tratamiento especial para las carnes vacunas, o que la cuota propuesta por el bloque habría sido de sólo 78 mil toneladas. 
En este punto cabe aclarar que más allá de los trascendidos, ya que la información oficial se mantiene en reserva, en teoría las ofertas de cada parte no deberían ser inferiores a las últimas de 2004. En esa oportunidad, la UE ofreció una cuota de 100 mil toneladas de carne, frente a la aspiración del Mercosur de llegar a poco más de 300 mil. 
Es decir que, de ser ciertos los rumores, quedaría demostrada la poca predisposición europea para negociar y revelaría una especial ceguera del Viejo Continente, impulsada por ánimos proteccionistas de contados países pero muy vocales. En ese sentido, pensemos que cualquiera que fuese el volumen de tal cuota, sería risible al lado de las 8 millones de toneladas que forman el mercado europeo, y mucho más, en comparación con todos los beneficios en todos los campos que tal tratado canalizaría. 
Nuevo escenario 
Ahora, la situación se ha agravado. La principal víctima del Brexit para los intereses del Mercosur es justamente esta negociación birregional de libre comercio. 
Claramente, al enfrentarse con el panorama del abandono de la segunda mayor economía europea, la prioridad de este acuerdo desciende muchos escalones para la UE. Por nuestra parte, esta situación llega en un momento en que el cambio de gobierno en la Argentina, y seguramente también en Brasil, está modificando el paradigma de relacionamiento externo del Mercosur, mucho más abierto a avanzar luego de una década de pobre interés en este tema. 
Además, y mientras se consolide la separación, puede haber dos años en los que reinará la incertidumbre acerca de qué porción de cada una de las cuotas existentes (en nuestro caso, la Hilton, la 481, la de entraña, la cuota balance, la de manufactura) le corresponde a los 27 países que quedan en el bloque y cual se llevará Gran Bretaña, con los efectos negativos que esto tendrá sobre el comercio y los precios.
Pero levantando la vista un poco más allá, este resultado electoral es el emergente de una aparente rebelión de las sociedades en diversos países con respecto a la globalización y a su efecto benéfico sobre el comercio, las inversiones, la generación de empleo y de riqueza. 
En los últimos días, la única idea favorable para los intereses del Mercosur que apareció, es la posibilidad de que Escocia pueda vetar el resultado del referendum, dado su interés en permanecer como miembro del bloque europeo. 
Es inconcebible que la sociedad británica haya votado semejante autocastigo. Durante todo el tiempo que a Gran Bretaña le demande volver a firmar los mismos acuerdos comerciales que la UE tiene con el resto del mundo, que pueden ser años, tendrá una situación mucho menos competitiva para sus ventas externas. 
Por otro lado, con respecto a su principal mercado de exportación, por lejos, que es el formado por los 27 países que quedan en el bloque, no parece fácil que pueda avanzar en convenios a poco de haberse retirado. 
Menos exportaciones representarán menos importaciones, menor valor de la moneda, menos producto bruto, más penurias para sus habitantes. 
Para aprender 
La irrupción del Brexit en el escenario mundial nos deja dos enseñanzas que el Mercosur debe tomar nota para el futuro. 
Una, que los trenes que están para tomarse no esperan toda la vida en la estación hasta que alguien se decida a abordarlos. La vida y el curso del mundo tienen sus ritmos que nadie puede controlar. No es lo mismo seguir en veremos con el acuerdo Mercosur-UE en este momento, que haber dado todos los pasos necesarios en los últimos 17 años. 
Otra, que a este tema hay que darle toda la importancia que tiene, seguirlo muy de cerca para enriquecerse con su análisis y poner las barbas en remojo adelantando todo lo que se pueda en otros frentes que siguen siendo de importancia estratégica para el Mercosur: Alianza del Pacífico, TPP, intentar reflotar el ALCA y todo otro grupo de países en los que resida un interés genuino para nuestras economías. 
* Director de Valor Carne