Fitosanitarios:
“No hay que demonizar a los insumos sino a la mala praxis”
Lo dijo un técnico del INTA durante el Congreso Nacional de Fitosanitarios. “Los fitosanitarios bien empleados son una herramienta fantástica”, añadió.
Técnicos del INTA aseguran que el problema no son los químicos sino cómo se los usa
El especialista en aplicación de fitosanitarios del Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar, Ramiro Cid, consideró que “no hay que demonizar a los insumos sino, más bien, a la mala praxis”, porque “bien empleados”, los agroquímicos “son una herramienta fantástica”.
Cid, junto a su par del INTA Oliveros, Luis Carrancio, fue uno de los disertantes del Primer Congreso Nacional de Fitosanitarios desarrollado en Salta.
"La mayoría de las intoxicaciones con plaguicidas son accidentales y con productos domésticos"
Según Carrancio, en la actualidad hay dos paradigmas antagónicos que versan sobre la agricultura: la que defiende una producción dependiente de insumos, pero con buenas prácticas; y la que sostiene que se pueden generar alimentos prescindiendo de los fitosanitarios, de un modo “agroecológico”.
“Resulta muy difícil romper con el sistema para volcarse a la agroecología cuando triplica las horas de trabajo y hace menos rentable la productividad de un campo”, reconoció Carrancio. Y allí fue que intervino Cid y agregó: “No hay que demonizar a los insumos sino, más bien, a la mala praxis”.
Pros y contras
Para Cid, una de las falencias que hacen que el uso de agroquímicos esté tan cuestionado es que “los productores no tienen la obligatoriedad de cumplimentar ciertos requisitos en pos de una certificación, lo que se suma a una baja oferta de operarios capacitados. A su vez, hay gente desaprensiva y sin responsabilidad social”.
Carrancio fue más contundente y aseguró que “existe una ética ausente que prioriza la rentabilidad por sobre el ambiente. Hay un gran desconocimiento que aleja a los productores de las buenas prácticas”.
Ambos especialistas coincidieron en la importancia de “estar capacitados y tener responsabilidad social”, al tiempo de contar con personal matriculado, equipos verificados y registrados en las provincias para cumplimentar con las pautas mínimas de seguridad y reducir al máximo los riesgos.
“Es fundamental tomar conciencia que los fitosanitarios bien empleados son una herramienta fantástica, pero si las cosas se hacen mal se puede ocasionar mucho daño”, subrayó Cid.
En este punto, Carrancio señaló que, entre las consultas más recurrentes de los productores, se destaca la incertidumbre sobre el grado de toxicidad de los productos. “Ante esto, desde Inta sólo podemos dar respuesta sobre la toxicidad aguda de los productos, pero sobre la crónica –causada por pequeñas dosis a lo largo del tiempo–, no tenemos información dado que no está estandarizada la clasificación universal”.
De todos modos, Cid recordó que “todos los alimentos que consumimos, en algún momento del proceso productivo, necesitaron, para desarrollarse, agroquímicos, incluso en la ganadería” y; sin embargo, la esperanza de vida es, cada vez, mayor. Es decir, no hay asociado un riesgo directo de los fitosanitarios con la salud.
Fte: Agrovoz