Mejor prevenir que combatir
Se emitieron una serie de recomendaciones del INTA para evitar incendios frente a la posible ocurrencia de focos durante el período estival, especialistas del instituto recomiendan mantener alambrados, cortafuegos y picadas libres de vegetación.
Tan antiguo como la Tierra misma, el fuego es uno de los elementos naturales que actúa como fuerza evolutiva de gran significación para el sistema. Pero, fuera de control, se vuelve uno de los peores enemigos. Frente a la posible ocurrencia de focos en el período estival, especialistas del INTA comparten una serie de recomendaciones para prevenirlos y reducir su aparición.
Para Miguel Silva –especialista del INTA Valle Inferior de Río Negro– resulta fundamental poner el foco en las tareas de prevención que consisten en mantener limpias de material combustible las picadas cortafuego, alambrados e instalaciones.
En ese sentido, llamó a los productores a reflexionar y a ponderar el costo de las tareas de mantenimiento por sobre el de reposición de las eventuales pérdidas que pueda ocasionar un incendio.
En esta línea, Alejandro Pezzola –especialista del INTA Hilario Ascasubi, Buenos Aires– recordó que los incendios de 2016 y 2017 fueron en un 70 % originados por el hombre y en un 30 % causados por las tormentas eléctricas, al tiempo que resaltó: “El origen del fuego, muchas veces, está relacionado con la época o estación del año y los lugares turísticos o de mucho tránsito”.
Para prevenir los incendios, el técnico subrayó la importancia de hacer un adecuado manejo del pastoreo y rotación de cultivos en zonas susceptibles de incendio, como así también realizar quemas preventivas controladas en los momentos adecuados durante el año.
Y agregó: “Sería interesante formar un consorcio como el de La Pampa que capacite y asesore al productor en cuanto a un plan de manejo para controlar la acumulación vegetación combustible, así como el instrumento de cuestiones legales como ordenanzas municipales y nacionales”.
Además, los especialistas coinciden en la importancia de mantener alambrados, cortafuegos, picadas e instalaciones libres de vegetación con arado o rastra de discos en una franja de ocho metros a cada lado del alambrado en los potreros con vegetación baja y de 20 metros en los campos con monte.
También es importante no dejar materiales inflamables expuestos a altas temperaturas como leña, papel, pintura y/o combustibles, como así también mantener los accesos despejados y tanques australianos llenos de agua.
A su vez, resulta importante realizar corta fuegos de 20 metros, en los potreros linderos a las rutas o líneas férreas, ubicados entre el alambrado y la vía de comunicación. Asimismo, coordinar con municipios y vialidad provincial-nacional el mantenimiento de las banquinas de rutas.
Para el interior del establecimiento, los técnicos del INTA recomiendan mantener los márgenes de alambrados libre de vegetación. Y, cuando se realicen quemas de potreros, avisar con 72 horas de antelación a los cuarteles de bomberos más cercanos para una buena planificación.
En todos los casos resulta “trascendental” tener muy presente los parámetros de temperatura, humedad y viento para realizar quema controlada, para lo cual es importante consultar los pronósticos climáticos.
Incendios, mejor prevenir que combatir
El sistema federal de manejo de fuego se apoya tanto en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación para la prevención, alertas y restauración, como en el Ministerio de Seguridad para el combate, una vez iniciados.
Puntualmente, en materia de prevención, la Coordinación Técnica del Ministerio de Ambiente evalúa factores condicionantes de ocurrencia, comportamiento y efectos de los incendios. Cuando la evaluación del peligro para un área prevé condiciones críticas, se emiten alertas.
Asimismo, realizan campañas de concientización donde impulsan las buenas prácticas tanto rurales como forestales que coinciden con las difundidas por el INTA.