lunes, 9 de marzo de 2015

Fiesta Provincial de Trigo
La Espiga de Oro fue para Horacio Forján 
El ingeniero comanda desde hace 33 años los ensayos de larga duración de rotaciones y secuencias de cultivos de la CEI Barrow, una herramienta clave para los sistemas de producción de la región. En todas estas experiencias, el trigo es empleado como el grano de referencia, para medir la evolución de los modelos analizados, permitiendo determinar las ventajas y desventajas de cada uno de ellos 
El ingeniero Forján comenzó con los ensayos de larga duración en 1982.  "Yo entiendo que es un reconocimiento a la perseverancia", dice el ingeniero Horacio Forján. "Y es una distinción que me llena de orgullo, es un honor, porque es una elección hecha por los colegas del Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos", agrega. 
El agrónomo nacido en Azul hace 59 años e integrante de la CEI Barrow desde 1982, recibió la Espiga de Oro en el marco de la 46ª edición de la Fiesta Provincial del Trigo. Con sinceridad, Forján cuenta que se sorprendió mucho con su premiación. Esto tiene que ver con que sus más de tres décadas de trabajo en la Chacra no estuvieron relacionadas en forma directa con el cereal. El eje central de las tareas que viene desarrollando apuntan a la evolución de los sistemas de producción a partir de los cambios tecnológicos, de manejo y de la rotación -o no- de los distintos cultivos. Los estudios se hacen sobre ensayos de larga duración que él mismo comenzó en 1982. Y en todas estas experiencias, el trigo es empleado como cultivo de referencia, para medir los cambios en los sistemas analizados, permitiendo determinar las ventajas y desventajas de cada uno de ellos. 
"La distinción está apuntada a estos ensayos de larga duración que venimos llevando adelante, de analizar el sistema de producción, de tener una visión más amplia, pero siempre con el cultivo de trigo como referencia", explica Horacio. "En esta región siempre tuvimos al trigo como eje central del sistema de producción, porque tiene una importancia fundamental, por su estabilidad y por el aporte que hace con sus rastrojos al suelo", completa. 
Forján participó en la gestación de los trabajos en 1982 -el inicio de los ensayos coincide con su arribo a la Chacra- y desde 1995 está a cargo de los mismos, mientras que a partir de 2007 es secundado por la ingeniera Lucrecia Manso. "Hay mucho trabajo puesto en estos ensayos, y muchos datos obtenidos. De hecho, con Lucrecia escribimos un libro para ingenieros agrónomos con las distintas conclusiones y resultados surgidos en estos años", cuenta Horacio con satisfacción, para luego aclarar que si bien él es la cara visible, todos los profesionales de Barrow hicieron y hacen su aporte ("es un verdadero trabajo de grupo") para que estos ensayos sean una de las herramientas más importantes generadas en la experimental. 
"Los ensayos de rotaciones se establecieron con la finalidad de comprender los cambios que pudieran ocurrir en los sistemas productivos a causa de las distintas prácticas de manejo aplicadas", argumenta Forján. "Y surgieron luego de un análisis de todas las secciones de la experimental.
El técnico que trabajaba en malezas, el que lo hacía en suelos, en fertilización, en cultivos... Todos queríamos integrar esa información que iba surgiendo en cada grupo", agrega. 
Gracias totales 
"A mi me ha entusiasmado muchísimo el trabajo que hice durante años. Y mucho tuvieron que ver los directores que pasaron por la Chacra en estas más de tres décadas para que hubiera continuidad", dice Horacio. 
El primero de la lista, en su recuento, es el ingeniero Héctor Carbajo, quien estaba la frente de la experimental cuando el llegó a Barrow a partir de una beca. Por la decisión de continuar con los ensayos, Horacio se muestra agradecido con los ex directores Gilberto Kraan, Julio Catullo y con Carlos Bertucci, quien está al frente de la Chacra desde 2004. 
"La dirección siempre le dio importancia a los ensayos y tuve el apoyo para continuarlos. Y este tipo de ensayos no son comunes, es una fortaleza que tiene Barrow y que es reconocido a nivel nacional". 
Otra mención especial se lleva el ingeniero José Duhalde, "con el hice la beca, fue quien me encaminó en esta tarea de la experimentación", explica Forján. 
En su lista de agradecimientos, Horacio insiste en mencionar a todos los integrantes de la Chacra. "Estos ensayos involucran el esfuerzo de mucha gente, desde los operarios, personal de apoyo, el laboratorio con sus determinaciones, de la parte administrativa, de la de estadística y de la de comunicaciones". También están incluidos las dos instituciones madre de la Chacra: el INTA y el ministerio de Asuntos Agrarios provincial. 
Y el ingeniero destaca también a la Cooperadora de la experimental, que en los '90 cuando el presupuesto oficial adelgazó más de la cuenta, fue la que financió la continuidad de los ensayos. 
En la despedida, tras repetir que "soy una persona bastante perseverante", se refiere a la conclusión principal que se ha llegado a partir de las tres décadas de trabajo en los ensayos de larga duración: "Hay que cuidar el sistema de producción. En los distintos resultados que hemos obtenido queda claro cómo el sistema cambia de acuerdo a las decisiones que el ser humano toma". 
Fte: La Voz del Pueblo