Sobre la genética, su manipulación
y la falta de capacitación profesional
Las exigencias de mejoramiento de la productividad y la adaptación a las adversidades del cambio climático, implican el desafío de lograr una visión integrada de los principios genéticos y de la capacitación necesaria para su aplicación efectiva en las prácticas de la Medicina Veterinaria.
La genética es, en estos días, la estrella oculta de la biología. Los nuevos horizontes que se han abierto son insondables. Se sabe hacia dónde vamos, pero no se conoce, a ciencia cierta, a dónde llegaremos.
Por su parte, la sociedad tiene una mirada incompleta, temerosa y sesgada de lo que se está desarrollando, producto de la mala información recibida, los prejuicios y sus propios intereses. Por un lado, se resiste fuertemente a la manipulación genética de los cereales, pero no mide con la misma vara a los productos vegetales que compra todos los días en las verdulerías y que, probablemente, han soportado otros manejos no genéticos tan o más riesgosos. Lo mismo sucede en el mundo animal. Se explotan especies productoras de alimentos y sobre ellas pesan grande sospechas y/o confirmaciones de la manipulación genética a través de la selección y los entrecruzamientos, el manejo de la concepción, de los embriones y gestaciones manipuladas.
¿Está bien que esto suceda? ¿Está bien de un lado pero mal del otro? ¿Está todo mal?
A esta altura de la función, la situación es totalmente irreversible. La ciencia ha logrado abrir la puerta deseada para ingresar a un nuevo mundo impactante, en el que a su vez se vislumbran grandes avances para la humanidad relacionados con la vida misma y sobre todo con su supervivencia.
Ahora bien, cabe reflexionar sobre cuál es el papel de los médicos veterinarios en esta realidad. Todos los estudios realizados se iniciaron y aplicaron primariamente en el mundo animal, tanto en el plano experimental como en el productivo. Al analizar esto, se deriva que ese rol debería ser central. ¿Son, entonces, estas prácticas de uso diario para los profesionales de campo? No, de ninguna manera. A excepción de una élite muy capacitada que trabaja en áreas específicas de la investigación, los veterinarios de campo utilizan unos pocos procedimientos básicos que facilitan la trasmisión y el avance productivo de unas pocas líneas genéticas.
La capacitación en la materia es elemental para desarrollar mejor calidad de ganado, con una mayor eficiencia productiva, protegiendo el ambiente y el bienestar animal, pero al igual que en otros campos de incumbencia veterinaria, la formación académica es muy pobre. En la actualidad se debe recurrir a diversos organismos privados o al exterior para adquirir los conocimientos necesarios que permitan trabajar en este campo y, sobre todo, para saber trasmitirle a nuestra sociedad una información seria y calificada, la cual es indispensable para el desarrollo de una opinión pública equilibrada y. en consecuencia. valedera.
Esta es otra asignatura pendiente que se debe cubrir a la brevedad.
Prensa Colegio de Veterinarios Pcia. Bs.As.