El agua no da tregua a las regiones inundadas
Las zonas afectadas se encuentran incomunicadas. La producción lechera cae al 50 por ciento. Las máquinas no pueden ingresar a los lotes para la trilla de soja.
Alrededor de siete millones de hectáreas se encuentran bajo el agua en el centro, norte y sur de Santa Fe con pérdidas millonarias que alcanzan a los rodeos ganaderos de leche y de carne y, también a la agricultura, mientras, el gobierno promete ayuda para los productores afectados por el fenómeno climático que ya lleva varios días.
Un panorama similar se presenta en el centro sur entrerriano región en la que aparecen afectados los departamentos de Nogoyá, Diamante y Victoria, con precipitaciones que se ubican entre los 200 y los 250 milímetros que cayeron en las últimas dos semanas y pronósticos que no son los más alentadores para los próximos días, la menos hasta el martes próximo.
En Corrientes, aunque en menor proporción el problema existe también y ya se encienden las luces de alarma en el norte de la provincia de Buenos Aires,y en particular la zona de islas, bañadas por el río Paraná.
“Las precipitaciones que se produjeron en nuestra región abarcan una zona que va desde 200 kilómetros el norte de la capital, Santa Fe y 100 kilómetros, al sur y por todo el ancho de la Provincia se encuentra anegada por el agua, cayeron 200 milímetros de lluvia en menos de quince días”, relató Gustavo Vionnet, presidente de Carsfe (Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe).
La región se caracteriza por ser la zona de mayor concentración de tambos del país, donde conviven también la ganadería de carne y la agricultura. “Muchos tambos incluyeron en sus explotaciones, en los últimos años la actividad sojera, agregó Vionnet.
En declaraciones a noticiasagropecuarias.com, el dirigente confederado comentó que en la última reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria, ya se hablaba de una superficie afectada que alcanzaba a los 7 millones de hectáreas.
Por el fenómeno climático las máquinas no pueden entrar a trillar la soja y la que se puede cosechar se paga a mitad de su valor por los daños que presentan los granos: “La soja se perdió casi en su totalidad, se está pagando con un factor de menos 50, los acopiadores pagan el 50 por ciento del precio que figura en pizarra”, se lamentó el productor.
Las aguas que llegan a la provincia provienen del este de Córdoba, de Santiago del Estero, a través del río Salado del Norte y toda la región este, hacia el río Paraná. El 50 por ciento de la provincia se encuentra afectado por la crecida. De la superficie total inundada, casi el 80 por ciento corresponde al cultivo de soja.
A esta altura del año, la mayoría de las explotaciones ganaderas ya destetaron los terneros y los preparan para enviarlos a los feetlot, pero “la producción más afectada es la de tambo, porque la crecida pegó en la etapa más crítica del año, que es el otoño, momento en que ya hicieron las reservas, que se la están comiendo, cuando deberían guardarlas para dentro de dos o tres meses”, detalló Vionnete.
El dirigente de Carsfe contó también que en los últimos quince días se produjo una caída de la producción lechera del 50 por ciento, que va a crecer, sobre una media de 8 millones de litros de leche al año, según datos aportados por el gobierno de Santa Fe.
La Provincia tiene un rodeo de leche de 600 mil vacas en ordeño y el rodeo de carne alcanza a los 6 millones de cabezas. La mayor parte de la ganadería de carne se concentra en el centro norte, donde aún no llegó el agua, pero los pronósticos no son alentadores para los próximos días.
La otra problemática que trae la inundación es el deterioro de la infraestructura vial. Los caminos internos se deterioraron y toda la región central de la provincia hoy se encuentra prácticamente incomunicado porque se perdió toda la conectividad porque los productores no pueden llegar a los pueblos y las rutas están cortadas. (NAP)