El cambio de escenario impulsa el Trigo
Los primeros relevamientos indican crecimiento del 20 por ciento en el área de Trigo del sudoeste bonaerense y sudeste pampeano según la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca.
El radical cambio que acusó la política comercial de trigo tras la asunción de las nuevas autoridades de gobierno, involucrando la eliminación de derechos de exportación y la supresión de permisos de exportación, atendió un importante reclamo del sector y dio paso a un nuevo escenario productivo.
El retorno de la previsibilidad para la concertación de operaciones, situación de la normalidad, se constituye en un factor determinante para la futura evolución del área triguera.
El productor, después de varios años, encuentra nuevamente la posibilidad de definir el momento de venta de su producto y de seleccionar el comprador, sea este de la molinería o de la exportación. Cuándo vender y a quién vender nuevamente es decisión del productor.
La normalización del mercado va sucediendo, las cifras de embarque de los diferentes puertos del país da cuenta de ello.
Los volúmenes despachados anotaron un incremento notable tras la entrada en vigencia de las nuevas medidas comerciales, así se advierte en las cifras de las diversas terminales, tanto en Bahía Blanca, Quequén y puertos de rio. Da cuenta además, de la predisposición a la venta y de la necesidad de atender compromisos financieros que el productor arrastra.
Las primeras expresiones del agricultor de la región aseveran el positivo cambio de expectativas, y ratifican las posturas de incremento en el área triguera del ciclo 2016/17.
En dicha línea, los primeros relevamientos concretados por la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, indican que el sudoeste bonaerense y el sudeste pampeano se encaminan a un crecimiento de base del 20 por ciento en el área a sembrar con trigo en la nueva campaña.
Jugando a favor
• Cambio radical en el escenario comercial
• Empuje por expectativas
• Necesidad de rotación (incorporación de gramíneas)
• Previsibilidad en la concertación de operaciones futuras
• Fluidez comercial
Las primeras operaciones por trigo enero 2017, concertadas sobre el Mercado a Término de Buenos Aires (MATba) rondan los u$s 150.
Dicha cotización, formada en un contexto de mercado global sobre-abastecido y precios deprimidos, no estimula un crecimiento exagerado de área.
Igualmente, se desconocen hasta el momento las primeras ofertas por parte de los compradores del sector exportador.
Limitante
El saneamiento de la situación financiera del productor de la región no ha sido instantáneo. Un importante porcentaje de los mismos debe afrontar compromisos de arrastre y esto resta capacidad financiera para afrontar la inversión que exige la nueva siembra.
Los costos directos: labores, semilla, fitosanitarios y fertilizantes, oscilarán entre los 250 y 300 dólares por hectárea.
Impacto en calidad
El productor advirtió de manera clara el pago de primas por calidad en el inicio del presente ciclo comercial.
Sobre el puerto de Bahía Blanca, por trigo disponible las ofertas reportan:
• Condición cámara; 150 dólares
• Proteína 10,5; 185 dólares
Un diferencial que en la actualidad anota 35 dólares por tonelada motivaría al productor a inclinarse por aquellos materiales que defienden calidad, reduciendo de esta manera el uso de aquellos que apuntan a maximizar rendimiento.
Dicho comportamiento, en caso de concretarse, contribuiría a reforzar los niveles mínimos de calidad del cereal de la próxima cosecha. Claro está, que será necesario mejorar el paquete tecnológico dedicado al cultivo.
Otro estimulante para fertilizar
La baja acusada en el precio de los principales fertilizantes aplicados al cultivo deriva en una excelente relación insumo / producto.
Considerando un costo de la tonelada de urea de u$S 315 y un precio de la tonelada de trigo de u$s 150 (enero 2017 / Mercado a Término de Buenos Aires) se advierte que la misma es ligeramente superior a 2 a 1.
Es decir, son necesarios poco más 200 kilos de trigo para adquirir 100 de urea. Cabe recordar que el ciclo pasado se requería más de 500 kilos del cereal para acceder a 100 kilos del fertilizante.
Dicho ejercicio demuestra que apostar a la fertilización en la campaña entrante es económicamente viable.