La Chocleada
Una movida que no para de crecer
En 2013 La Chocleada está cumpliendo su octava edición y está prevista la realización de 37 cosechas en Argentina y una en Uruguay. La de este miércoles fue la hectárea número 117 de la movida
La realizada este miércoles en Tres Arroyos fue La Chocleada número 14 de las 37 que se concretarán en este 2013 en la Argentina, mientras que está prevista una en Montevideo.
Prueba esto de que el sueño que alguna vez tuvo Sebastián Deym allá por el 2006 ya se ha convertido en una movida solidaria consolidada en todo el país.
Los choclos son el símbolo, pero no los únicos protagonistas de la historia. Porque si bien son transformados en raciones de alimento que llenan platos de personas -en su mayoría chicos- con hambre en algún lugar de la Argentina, alrededor de ellos pasan muchísimas cosas que involucran a una gran cantidad de gente. Y que generan una cadena de beneficios para otros actores o instituciones de las comunidades donde fueron sembrados los maíces.
Así lo pensó Deym, un productor agropecuario nacido en Buenos Aires y que en 2001 decidió radicarse en Alejandro Roca, una pequeña localidad del sur de Córdoba. Fue allí que en 2005 junto a una veintena de colaboradores concibió la primera chocleada.
"La Chocleada busca cumplir tres objetivos fundamentales: combatir el hambre, involucrar a las comunidades en una actividad solidaria y ayudar económicamente a diferentes organizaciones sociales", explica Nicolás Boero, director ejecutivo de la Asociación Civil Movilizarse, una organización social sin fines de lucro dedicada a crear programas que generen alimentos para combatir el hambre, movilizando a las comunidades y construyendo valores.
De este modo involucramos a las comunidades, específicamente a los jóvenes, en una acción solidaria", indica Boero.
En el caso de los choclos cosechados, estos son enviados directamente a los bancos de alimentos para su distribución a los distintos comedores, y cuando se trata de maíz seco, lo cosechado se comercializa y con ese dinero se compran alimentos no perecederos que también son entregados a La Red Argentina de Bancos de Alimentos.
"Como forma de pago simbólica por lo cosechado, y bajo el concepto de responsabilidad social empresarial se invita a distintas empresas pertenecientes a la comunidad a realizar aportes de dinero que será recaudado y entregado a las instituciones sociales más débiles de la comunidad a la que pertenecen los alumnos. Las instituciones sociales son seleccionadas por los mismos chicos", completa Nicolás.
"Ya pasaron más de 18.000 chicos por una hectárea como la que cosechamos hoy (por ayer) acá en Tres Arroyos y se juntaron más de 5.000.000 platos de comida en dos países", resume con orgullo Sebastián, satisfecho con lo logrado, pero convencido "de que podemos hacer mucho más".
La Voz del Pueblo