jueves, 25 de abril de 2013

Luces y sombras frente a la
decisión de sembrar más trigo 
Las estimaciones más optimistas hablan de una recuperación del trigo cercana al 10%. Poco entusiasmo de los productores 
Hoy la gran pregunta que se plantean los productores es si vuelve o no la fina, mantener y disminuir la superficie destinada al cultivo de trigo o hacer cebada a fondo. Lo cierto es que por estos días los trigueros está llenos de dudas pero, no obstante el, el chacarero seguirá poniendo fichas a este cultivo, uno de los más importantes de la Argentina.
El asesor privado cultivos finos, Jorge González Montaner (foto) tiene más dudas que certezas, respecto de lo que se espera para la próxima campaña que prácticamente ya se inicio en algunas zonas productivas.
“Creo que vamos a sufrir unos años más, veo un panorama muy difícil y los componentes son los siguientes. La producción de trigo y cebada en campo alquilado, con los valores que se piden hoy, y sin bien disminuye la presión de los pules sobre la tierra porque la están pasando muy mal, vamos a ver una tendencia a la baja en la búsqueda de campos alquilados, porque los valores cierran mal con precios a futuro que son muy exiguos”, asegura este especialista que trabaja en la región Mar y Sierra de los grupos CREA”, sostuvo en diálogo con los periodistas, durante un breck que se realizó en el "Simposio sobre granos finos organizado por Syngenta". 
Desde hace algunos meses se conocieron contratos a futuro por trigo con entrega en el mediano plazo a 170 dólares y en ese sentido González Montaner recuerda que el año pasado se vivió una situación muy similar, “pero después cambio porque la cosecha resulto ser menor a lo esperado en superficie y la calidad resultó muy mala, entonces las empresas pagaron la calidad”, expresa. Hoy el productor vende el trigo a 200 o 220 dólares, pero el año que viene puede recibir 170 o 180 dólares, es evidente que los escenarios son completamente distintos, pero esta situación tendría que “cambiar con la liberación del mercado, para que el productor pudiera visualizarlo mejor”. 
De acuerdo a los estudios realizados por el analista el trigo sembrado en campo propio puede llegar a cerrar, el productor hace lo posible para mantener la rotación, y “por eso hace el cultivo que mejor acompañe y de alguna manera nos lleve a realizar un cultivo más económico y con mejor margen, por eso la cebada creció tanto en los últimos años, teniendo en cuenta que el primer cultivo facturaba poco”. 
Pese a todo es impresionante lo que pasa con este cereal, porque cuando salió prácticamente del mercado es cuando más material apareció. Tenemos semilleros franceses como Limagrain, Inia, Avenue, entre otras. 
Una de las explicaciones que se podría ensayar frente al desembarco de semejante cantidad de empresas que vienen a la Argentina es que nadie se imagina que se puede destinar algo más de 3 millones de hectáreas al cultivo de trigo, porque es para 6 o más millones de hectáreas. Además en la Argentina se puede hacer transgenia, que en Europa no se puede llevar adelante. 
Cebada 
La realidad es que el año pasado hubo una cosecha de cebada muy mala, en la mayoría de los casos y hubo lugares donde tuvimos fuzarium como ocurrió en Entre Ríos y norte de Buenos Aires. Estas circunstancias determinaron, de alguna manera, que la gente esté preocupada y por eso se espera una retracción de la cebada, sobre todo más al norte y donde puede haber algún movimiento a favor del trigo que puede estar entre el 5% y el 10%.
En cuanto a las diferentes enfermedades que afectaron al cultivo de cebada, la principal conclusión fue que no se puede trabajar con una sola variedad, a pesar que las empresas trabajan con determinadas variedades, pero eso está cambiando y además el productor no puede cambiar de un año a otro por una determinada variedad, esto debe hacerse en forma gradual. 
El otro aspecto a tener en cuenta es que mucha cebada tiene un gran mercado en el forraje, además de las cebadas nuevas hay muy poco sembrado, habrá unas dos mil hectáreas, no se puede cambiar el panorama genético de un año para el otro, que son muy interesantes y que aportan. “Hemos visto que estos materiales andan muy bien en ambientes más secos y cuando se duplica la precipitación sufre enormemente, esto es lo que ocurrió, por eso la Scarlette ya no se siembra ni en Entre Ríos y ni en Uruguay”, apunta González Montaner. Esta variedad tiene dos problemas, el primero que es propensa a la mancha, no es más propensa que la variedad Shaquira, y el otro aspecto es que se cae y se revuelca, prácticamente todos los lotes terminan en el piso cuando hay nubosidad, precipitaciones y encharcado. Entre las enfermedades en los últimos tiempos se detecto la presencia la Doble mancha anillada que apareció en lotes de cebada de Uruguay y Argentina, y que le pegaría particularmente a Scarlette, “por eso es fundamental la diversificación de materiales y es lo que nos pasa cuando no tenemos un sistema equilibrado”. 
Los sistemas en la Argentina se tienen que equilibrar en la diversificación de materiales y de cultivos, porque cada vez más estamos llegando al doble cultivo o al monocultivo. Todo eso tiene que cambiar, pero desde las políticas porque en gran parte del área hoy tenemos Conisa, Rama negra en todos lados como consecuencia que la soja y no esta mal que el productor se decida por la soja, si es lo único con lo que puede comer. 
En cuanto a las nuevas cebadas que se están introduciendo hemos evaluado Scrabel, Explorer, Andreia y las otras dos tienen algo de mejor sanidad, una caña muy superior y un rendimiento notable, pero tienen que ser aceptadas por las malterías. 
Con las cebadas ocurre lo mismo que pasó con los trigos franceses que todos los días llegan nuevos, pero de mejor calidad. Con la cebada ocurre lo mismo, la Scarlette fue la cebada más sembrada en Europa, o sea uno tiene que encontrar en esos mismos barrios materiales que tengan un mejor comportamiento. Son cebadas que tienen que llegar, tienen que ser negocio y las malterías comenzar a incorporarlas en sus blend de cerveza con esas variedades.
Los uruguayos decían hoy, porque no se ponen las pilas y se sientan a negociar en una mesa para llegar a un acuerdo. Lo que pasa que es Argentina, donde hay situaciones estancas y donde cada uno hace lo que le conviene (NAP)