En la Fiesta Provincial del Trigo
Nidera recibió la Espiga de Oro
En el marco de la Fiesta Provincial del Trigo, Pablo Bergadá (foto), director de Semillas de Nidera, recibió el galardón que reconoce el aporte de la compañía al mejoramiento del trigo argentino.
En 1999, Nidera inició una revolución en el cultivo al introducir genética francesa, facilitando un rápido incremento de los rindes en todas las zonas trigueras del país.
El rápido crecimiento que han experimentado los rindes del trigo en los últimos 15 años en la Argentina está fuertemente ligado a la introducción de genética francesa en el país por parte de Nidera. Por dicha trayectoria, el Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos (CRIATA) decidió otorgar el premio Espiga de Oro a la semillera, que fue entregado ayer domingo 9 en el marco de la 45° Fiesta Provincial del Trigo, que se llevó a cabo en la ciudad.
Desde hace 42 años, el galardón distingue a agricultores, industriales, científicos, estudiantes universitarios, institutos, cooperativas, grupos de trabajo o estaciones experimentales que se hayan destacado en su labor por el mejoramiento del cereal.
La evolución de los rendimientos del trigo recibió un fuerte impulso en 1999, cuando Nidera lanzó la primera variedad con genética francesa en el país –el Baguette 10–, cuyo germoplasma no sólo ofrecía rindes superiores del 15% frente a las variedades más difundidas, sino que además permitía la incorporación de tecnología.
Tras ese primer hito, la empresa logró desarrollar materiales nacionales –de raíz francesa pero combinados con genética argentina de élite– alcanzando mayores rindes y los índices de calidad más altos.
Actualmente, la mayor parte de las empresas semilleras utilizan en sus planes de mejoramiento al Baguette 10, y el mundo triguero reconoce el gran papel que ha jugado esta variedad en el crecimiento del germoplasma argentino.
Pablo Bergadá, director de la división Semillas de Nidera, destaca que “desde la introducción de ese primer material francés, hemos registrado al menos 15 nuevas variedades de trigo en Argentina y Uruguay, y desde aquí también generamos materiales para Brasil, Europa y Estados Unidos”.
“Los orígenes de este logro de Nidera se remontan a 1996, cuando la empresa adquirió el programa de mejoramiento de trigo de Cargill, que hasta entonces había desarrollado un grupo de variedades e híbridos con una base muy amplia de adaptación”, cuenta Bergadá.
Para entonces, la empresa había observado un notable crecimiento en el rinde de los principales cultivos sembrados en el país, que no se daba en el caso del trigo. Las variedades disponibles no respondían a la aplicación creciente de tecnología en ambientes con mejor potencial, generando algunos problemas de vuelco y enfermedades, por lo que la semillera buscó un material que se adaptara y pudiera apoyarse en fertilizantes y fungicidas para generar más toneladas por hectárea.
El camino elegido para superar esta situación fue el desarrollo de convenios con diversos criaderos europeos para la adaptación de materiales de alto potencial de rendimiento a las distintas subregiones trigueras argentinas, una apuesta que no tardó en mostrar resultados extraordinarios.
Tras el lanzamiento del Baguette 10, adaptado para la subregión IV, la empresa se lanzó a obtener materiales adaptados para el resto de las zonas trigueras del país. “Así se obtuvieron variedades para las subregiones II Norte y II Sur, los Baguette 9, 11 y 13.
Hoy las nuevas obtenciones se logran en combinación con el departamento de Biotecnología, seleccionando materiales por su calidad comercial e industrial”, resalta el director de Nidera Semillas.
Actualmente, la empresa tiene materiales adaptados a todas las zonas, de todos los ciclos, con rindes que en la última campaña superaron los 9600 kg/ha. Entre ellos se destaca el Baguette 601, un trigo de ciclo intermedio a corto que muestra un equilibrio extraordinario entre su rendimiento, su respuesta sanitaria y su capacidad de adaptación a distintas regiones.