Siguen las dudas por la superficie que cubrirá el cultivo
Los compradores de este cereal realizan un negocio fabuloso en detrimento de las posibles ganancias que tendrían los productores argentinos. Por Alejandro Ramírez, Analista del mercado agropecuario
Como era de esperar ya está a pleno el popurrit de estimaciones realizados por los organismos privados y oficiales; de los analistas y “especialistas” que derraman cifras por doquier en un intento de vaticinar cuanto trigo se sembrará en nuestro país.
Los pronosticadores realiza todo tipo de cálculos para poder determinar el área que se dedicará a la siembra del noble cereal y cuanto tonelaje se cosechará hacia fines de este año.
Son los mismos cálculos y estudio de variables que se vienen realizando desde los últimos 50 años. Pero tenemos la sensación que este año es diferente. Y quizás “todos” vuelvan a equivocarse como ocurrió el año pasado. Para esta época, aquel que tenía la posibilidad de escribir o de hablar y ser escuchado, estimaba que la siembra aumentaría entre un 10 a un 18%. Cosa que en definitiva no ocurrió.
Este año, señalan nuevamente que el área sembrada con trigo aumentaría en porcentajes similares, lográndose una cosecha de 12,5 millones de toneladas. Y por lo que pudimos investigar con productores de las diferentes zonas productivas de trigo argentino, vemos que existe muchísima incertidumbre al respecto.
Los chacareros ven como desde hace 7 años que el mercado de trigo no es transparente, al contrario es obscuro y manejado por los compradores de la exportación y de la molinería. Esta falta de transparencia se logró por las continuas medidas gubernamentales en contra de este cultivo, que van desde la imposibilidad de poder exportar libremente el saldo exportable hasta la intervención indirecta de los mercados.
En los últimos ciclos productivos, los formadores de precios a quienes se comercializa el trigo son tan sólo los compradores. Ya no participan los productores, ni los acopiadores y menos las cooperativas. De esta forma, habitualmente los valores son menores a los que se deberían manifestar en el mercado interno, de acuerdo a lo que ocurre internacionalmente. Por eso, los hombres de campo argentinos reciben por su trigo muchísimo menos dinero que el percibido por los productores de Uruguay, Paraguay y Brasil. Pero además de estas diferencias con los demás países de la región, el trigo en nuestro país tributa un 23% de retenciones a las exportaciones. Y, no hay posibilidades de exportar libremente el saldo que queda, entonces los compradores compran al precio que se les ocurre. Porque saben que tendrán todo el trigo que quieran y necesiten, sin tener que pujar entre ellos para obtener algún lote. De esta forma, los precios son chatos, tranquilos y con muchas chances de bajas puntuales, sin importar si estamos en plena cosecha o no.
Además, los compradores de este cereal realizan un negocio fabuloso en detrimento de las posibles ganancias que tendrían los productores argentinos.
Los compradores brasileños encontraron al fin la posibilidad de comprar trigo a países serios que cumplen con los volúmenes, calidad y precio. La Argentina perdió el mercado brasileño por la falta de seriedad en las negociaciones. Y este volumen lo logró EEUU. Hoy el gigante del norte es el gran abastecedor de trigo a Brasil.
Esta situación era impensada hace 10 años donde los brasileños adquirían casi todo el trigo que necesitaban a nuestro país.
Por todo esto, es que decimos que debemos prestar atención a las proyecciones que se muestran alegremente en relación a la cantidad de hectáreas que los productores argentinos dedicarán para el trigo.
Debemos esperar que pasen los días. Porque como decíamos anteriormente, este es un año diferente. En vísperas de la llegada de un nuevo gobierno y dependiendo de quién asuma, se producirán o no los cambios que puedan llegar a modificar el triste y vapuleado mercado triguero. Además, este cereal tiene la condición que será sembrado ahora, con el actual gobierno y cosechado y comercializado con el nuevo. Pura incertidumbre.
Por eso, ¿cuánto trigo se sembrará en Argentina este año? Como siempre, la respuesta la tienen los productores de nuestro país. (NAP)