Argentina, lista para ser el supermercado del mundo
* por Jesús M. Silveyra
Decir que somos muy optimistas, no es ilusión ni fantasía. El productor y el mercado responden. Las medidas tomadas oportunamente por el nuevo Gobierno Nacional generaron una producción en la campaña 2015/16 de 125 millones de toneladas de granos. Esto fue fruto del esfuerzo y la confianza del productor, pero también de la quita de derechos de exportación para la mayoría de los granos y la reducción para el complejo sojero; la remoción del discrecional sistema de cupos y ROE’s; y la unificación del tipo de cambio, pese a los menores precios internacionales existentes.
Para la nueva campaña 2016/17 la producción rondará los 130 millones toneladas y se sumarán nuevos incentivos a la producción a través de nuevas medidas de Gobierno, tales como: el estímulo de un 5% del valor FOB de la soja a ser otorgado a los productores de las provincias del plan Belgrano y el compromiso de reducción de derechos para la soja del 0,5% mensual a partir de enero del 2018. Además, hay que recordar lo importante que es y lo que significan los reintegros de exportación recientemente establecidos para productos de las economías regionales (maní, legumbres, etc…).
A este panorama auspicioso se le agrega una recuperación general de los precios internacionales, pese a los elevadísimos stocks existentes y las cosechas records del Hemisferio Norte, como si hubiésemos tocado los pisos de precios el año pasado. Así, desde septiembre de 2016 a la fecha, los precios internacionales de la soja se han recuperado un 14%, los del trigo un 20% y los del maíz un 22%.
Conclusión, la demanda mundial sigue empujando con firmeza, pese a la baja del crecimiento de la economía internacional. Esto se debe a que hay regiones del mundo como India, China, el sudeste asiático y algunos países del África, donde la población sigue creciendo a tasas significativas (por ejemplo, en el caso de China se tomó el año pasado la medida de que las familias pueden tener hasta dos hijos) y así, se incorporan anualmente más personas a las clases medias con una demanda creciente de proteínas.
Además, el consumo de granos para la producción de biocombustibles y distintas fuentes de energía sustentable. Por lo tanto, no parece descabellado pensar en que logremos la tan ansiada meta de producir 150 millones de toneladas de granos en el año 2020, y para ello tenemos que estar preparados para poder movilizar una cosecha de tal magnitud y poder exportarla. En este sentido el Gobierno está trabajando aceleradamente en el Plan Nacional de Transportes, así como en mejorar la logística portuaria a través de un sistema coordinado de otorgamiento de cupos, la incentivación del transporte ferroviario y fluvial. A ello se debe agregar el plan de inversiones del sector privado en instalación y/o ampliación de la capacidad de almacenamiento y embarque de las terminales portuarias.
Por último, hay que agregar la tarea oficial que se viene realizando desde el Ministerio de Agroindustria a través de la Secretaría de Mercados Agroindustriales a cargo de Marisa Bircher, en materia de apertura de mercados con distintas negociaciones a nivel fitosanitario y arancelario. La única duda es si las políticas resultantes a partir de las elecciones en los Estados Unidos modificarán radicalmente el sistema de comercio internacional y cómo reaccionarán los flujos financieros que tanto afectan a Chicago y por ende, a la formación de precios. Eso sí, a no olvidarse del clima, que cada vez tiene oscilaciones y cambios bruscos más emblemáticos.
*Jesús M. Silveyra es subsecretario de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agroindustria de la Nación.