Precios de equilibrio, en un año con mayor oferta ganadera
Cabe esperar un aumento moderado en los embarques de la exportación (10-15 por ciento) a lo largo de este año. Por Ignacio Iriarte
Pasan las semanas y muchos operadores piensan que no están dadas las condiciones para un aumento significativo en el precio de la hacienda.
La tendencia de la oferta ganadera, pasados los desastres climáticos de mediados de 2016, que afectaron tanto a campos como feedlots, es a aumentar. Una vez que pasó la escasez circunstancial de gordo y la oferta se normalizó, los precios de la hacienda perdieron en el último trimestre de 2016 entre tres y cuatro pesos por kilo, una caída del 10-12 por ciento con respecto a los precios de agosto-septiembre.
Los precios actuales, entonces, con la oferta recuperada, serían los valores de equilibrio, en un año en que la oferta a lo largo del ciclo probablemente aumente, y en el que el volumen de carne de pollo y cerdo también se incremente. Es difícil pensar que los precios reales del ganado vuelvan a los niveles de mediados de 2016.
Si la oferta conjunta de carnes tiende a aumentar, a partir de niveles históricamente récords, cabe preguntarse además si hay demanda suficiente en el mercado local para toda esta carne adicional que se está generando, después de un año de importantes caídas en los salarios reales.
Si la demanda –en términos monetarios– no aumenta, toda esa carne que se volcará al mercado será seguramente vendida, pero a menor precio. Estaríamos ante un aumento en la demanda si esta absorbiera más carne vacuna, pollo y cerdo al mismo precio.
Embarques
En cuanto a la exportación, cabe esperar un aumento moderado en los embarques (10-15 por ciento) a lo largo de 2017. Hay más oferta de ganado, los precios –salvo el novillo pesado– han bajado, el dólar ha subido un escalón y los reintegros de impuestos decididos por el Gobierno ayudan a mejorar la ecuación económica.
El consumo está débil y eso hace que la mayoría de los frigoríficos “exportadores” que integran consumo con exportación recurran a la salida que representa la venta al exterior. Si la oferta de carne aumenta 100 ó 150 mil toneladas este año, va a aumentar el consumo, pero también va a aumentar la exportación. Pero no cabe esperar ninguna explosión: el tipo de cambio está muy atrasado, el valor de los subproductos es bajísimo, los costos salariales y energéticos siguen aumentando y las plantas siguen lejos de sus faenas de equilibrio. Los números siguen en rojo para la mayoría.
Escenario internacional
Por otra parte, el mercado internacional se presenta complicado, con un Brasil generando un excedente exportable creciente. Los precios internacionales de la carne se presentan estables, pero con alguna tendencia a la baja.
Gran parte del tímido repunte en las exportaciones de carne vacuna argentina de los últimos meses se debe a las mayores compras de China, mercado que en general compra carne de bajo valor por tonelada.
Cotizaciones
El valor FOB promedio de la carne exportada en 2016 a Alemania fue de 12.949 dólares por tonelada, a Holanda de 12.261, a Italia de 11.160, a Brasil de 8.995, a Israel de 6.056, a Chile de 5.412 y a China de sólo 4.161 dólares por tonelada.
La carne vacuna se comercia en todo el mundo, e importan carne casi todos los países, incluso los principales países exportadores.
Paraguay hace años que vende cortes de la rueda en Uruguay y México, que se ha convertido en un gran exportador, le compra importantes volúmenes a Estados Unidos, y este último compra 1,3 millones de toneladas anuales y vende 1,2 millones al mundo.
La Unión Europea exporta más de 600 mil toneladas anuales entre carne y animales en pie (equivalente res), pero es un mercado extraordinario todavía para cortes finos.
Brasil exporta cerca de dos millones de toneladas, pero le compra bifes, tapas de cuadril y colitas de cuadril a Argentina, Estados Unidos, Australia y Uruguay. Ahora, después de muchos años, Japón volvería a exportar “Kobe Beef” a Australia, comercio interrumpido por los casos de BSE hace más de una década. En Australia hay 1.600 restaurantes que sirven comida japonesa.
El año pasado, Japón importó enormes volúmenes de Australia y Estados Unidos, pero exportó carne Kobe por valor de 115 millones de dólares, a un valor promedio que supera los 60 mil dólares por tonelada.
Argentina estuvo a punto de importar asados de Uruguay, con destino a las provincias del litoral, pero ese comercio al final nunca se concretó.
Fte. Agrovoz