viernes, 14 de diciembre de 2012

Las cadenas agrícolas piden más transparencia 
Fue durante el encuentro de fin de año en la Bolsa de Cereales. Reclamaron la reducción gradual de las retenciones 
Las cuatro cadenas de los principales cultivos argentinos coincidieron en reclamar reglas más claras para el desarrollo de la actividad productiva y pidieron una mayor agilidad en los controles aduaneros que en las últimas semanas se multiplicaron incrementando los costos operativos, durante el acto de fin de año que se desarrollo en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) 
Los representantes de la cadena productiva pidieron también que se implemente un mecanismo que permita la gradual eliminación de las retenciones aplicadas a la exportación de granos, para mejorar la competitividad. Destacaron también los anuncios efectuados por el gobierno oportunamente al liberar 13 millones de toneladas de maíz, actitud que posibilitó una mayor inversión por parte de los productores en la actividad, lo que permitirá este año una cosecha cercana a los 27 millones de toneladas de este cultivo. 
Las cadenas agrícolas estuvieron presentadas por Santiago Labourt, presidente de Argentrigo, Ricardo Negri, presidente de ASAGIR, Alberto Morelli, presidente de MAIZAR, y Luis Zubizarreta, Vicepresidente de ACSOJA, compartieron hoy el cierre de año junto a cerca de 400 personas y además asistió el secretario de Agricultura de la Nación, Lorenzo Basso. 
El titular de Argentrigo, Santiago Labour habló en nombre de las cuatro cadenas y recordó que a pesar de la sequía que afectó al país a principios de año, la cosecha global de granos se ubicará en los 80 millones de toneladas y gracias a los precios internacionales “se logró paliar en parte el efecto de la seca” Al respecto consideraron que la estabilidad es condición del desarrollo y el crecimiento, y “uno de los puntos donde se necesitan reglas más claras es en materia impositiva. 
Según distintos estudios, el sector agroindustrial aporta el 44 por ciento de la recaudación. Ese nivel de presión, uno de los más altos de la economía, restringe la competitividad del sector y retrasa muchas inversiones necesarias” 
Dobles controles 
Los integrantes de la cadena pidieron se revean los aspectos referidos a los dobles controles aduaneros y en ese sentido Labour sostuvo que “los controles que realiza la Aduana deben aplicarse de manera eficaz y rápida con el fin de permitir que la actividad se siga desarrollando de acuerdo a los estándares internacionales de competitividad del comercio mundial. 
En esa misma dirección el representante de Argrentrigo abogó por una revisión de este tipo de medidas que incrementan notablemente los costos operativos de la actividad exportadora de granos. En ese sentido recordó que “el notable incremento de la productividad agroindustrial argentina tuvo como uno de sus pilares principales la modernización del sistema portuario y logístico de exportación, pero con los últimos cambios parece haberse perdido esa fluidez”. 
El presidente de Aaprotrigo recordó también que el Plan Estratégico Agroalimentario, oportunamente presentado por la Presidente de la Nación el año pasado, para el 2020 la Argentina produciría más de 150 millones de toneladas de granos, 50 millones más que la campaña récord de hace dos años. 
“Frente a ese horizonte, Argentina cuenta con un escenario internacional y con condiciones de competitividad para alcanzar esa meta. Tenemos productores proactivos frente a las nuevas tecnologías, con vocación productivista, capacidad de asumir riesgos, innovar y emprender en todos los eslabones de las cadenas, entendiendo también que el uso eficiente de los fitosanitarios y el cuidado del medio ambiente son fundamentales para el negocio. Además, el enunciado de “industrializar la ruralidad” es un objetivo deseable como política de estado, apuntando a agregar más eslabones y nuevos productos, y por lo tanto valor agregado”. 
En ese sentido, los derechos de exportación, el principal impuesto al sector, es un gravamen distorsivo que desestimula la producción y la inversión. Sería deseable que se plantee un esquema de reducción gradual. Hay que destacar que una exagerada presión tributaria desincentiva la producción y en definitiva lleva a una menor recaudación. Además sostuvo que para potenciar el desarrollo del sector, es necesario que las regulaciones en los aspectos comerciales mitiguen los actuales inconvenientes existentes y que afectan la competitividad de toda la cadena de agregación de valor de las agroindustrias.
Labour destacó también que “los anuncios de apertura anticipada de la campaña de Maíz 2.013 dieron resultados positivos en la intención de siembra. 
En el caso del Trigo, en cambio, de haberse anunciado con una mayor anticipación esta señal a los productores hubiese logrado un efecto similar al del Maíz. 
Esta tendencia definida desde el Gobierno debería avanzar hasta un esquema de libre comercio, dejando atrás el sistema de cupos y licencias no automáticas, con señales claras e inequívocas para los sectores productivos de la Argentina. En este punto debemos destacar el rol de los mercados a futuro como herramientas fundamentales para fortalecer el proceso de formación de precios en un marco claro que les permita potenciar su dinamismo. 
Bioeconomía 
“Hoy el desarrollo en Argentina de la Bioeconomía puede dar respuestas a necesidades socioeconómicas tales como la demanda de energía, alimentos, salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable. 
En ese contexto, es también fundamental para alcanzar la meta del 2020 ponernos a la vanguardia en el desarrollo tecnológico. Desde el 2009 el Ministerio de Agricultura aprobó varios eventos biotecnológicos y este año entre el sector público y el privado se logró con alto grado de consenso un nuevo proyecto de Ley de Semillas”. 
Otro de los temas que preocupan a la hora de pensar en la consolidación del agro argentino es el elevado costo que tienen hoy los fletes: “Muchas veces trasladar la cosecha desde el campo tiene un costo superior a la de llevarla en barco desde un puerto argentino al otro lado del Atlántico. El transporte es un pilar indispensable para el desarrollo”.
La inversión en transporte de carga es una condición necesaria para el crecimiento sostenido. Mejorar esta cuestión es de vital importancia, buscando un uso eficiente del flujo de las mercaderías, permitiendo ahorrar tiempos y cumplir con los compromisos internacionales en forma, además de reducir el peso del transporte en el esquema de costos y elevar la competitividad de toda la economía. Para ello es fundamental el desarrollo del Ferrocarril principalmente para las zonas más alejadas de los puertos como son el NOA y el NEA, creemos que la puesta en marcha eficiente del ferrocarril Belgrano debería ser un objetivo estratégico de urgente realización. (NAP)