lunes, 2 de julio de 2012

Comunicado de CARBAP
Las fisuras del “modelo”
Desde hace años la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa viene advirtiendo sobre la inapropiada, discrecional y perjudicial política sectorial que se viene aplicando en el sector agropecuario y agroalimentario.
Advertimos, en múltiples ocasiones, sobre el desastre que se realizaba con la ganadería  donde se perdieron más de 10 millones de cabezas de ganado; advertimos sobre la consecuente baja en el  área sembrada de trigo por las nefastas políticas comerciales de la cartera agraria, también sobre las consecuencias que las distorsiones al mercado ocasionaran al maíz, y sigue la lista de advertencias desde nuestra entidad, con la única coincidencia en que jamás fuimos escuchados por el Gobierno.
Sólo un Gobierno autista y encerrado en su propio relato de la realidad puede pretender gobernar un país sin escuchar a quienes viven, trabajan, invierten y crecen con sus familias en él.
Ahora es el turno de las economías regionales, con el cierre en La Rioja, de la planta en Arauco de aceitunas Nucete, primera del país y tercera en Sudamérica, al no poder exportar su producción por el capricho y las malas recetas de un secretario de Estado. Quedaron 550 personas sus-pendidas y por ahora sin trabajo.
En La Pampa, el frigorífico Carnes Pampeanas, el más grande de La Pampa, ubicado a pocos kilómetros de Santa Rosa cerró sus puertas dejando a 300 trabajadores sin trabajo. Las causas, las mismas, la imposibilidad de exportar carnes principalmente a Europa.
En la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Chascomus uno de los tambos más reconocidos Don Luis, en Gándara, fundado en 1950 también cerró definitivamente. El problema del bajo precio de la leche, el problema de la seca, y el desdoblamiento de pagos anunciado por la usina láctea que recibe la materia prima, provoco el cierre al no poder soportar financieramente seguir trabajando a pérdida.
En síntesis las desacertadas medidas del Gobierno, la imposibilidad de escuchar, los innumerables pedidos de audiencia sin respuesta, las promesas sin cumplimientos en los pocos encuentros sostenidos, la innecesaria ideologización de las políticas productivas, el antidemocrático capitalismo de amigos, han provocado un daño inmerecido a un sector, el agroalimentario, que desde siempre acompañó al crecimiento sostenido del País.
Desde CARBAP acompañamos y nos solidarizamos con las empresas, trabajadores y productores afectados con estos cierres de empresas agroalimentarias que las políticas del Gobierno Nacional han provocado. A los funcionarios que lo provocaron, deberán pagar de alguna manera por el daño provocado. Que Dios y la Patria se lo demanden.