viernes, 20 de julio de 2012

Recortan otras 100 mil hectáreas
de la superficie del Trigo
Ocuparía 3,6 mill/has. Los buenos precios hicieron subir las intenciones de siembra en la principal región triguera.
Todas las áreas trigueras de la Argentina registran importantes mermas de superficie en el ciclo 2012/2013, sobre todo las provincias norteñas donde se alcanzaron pérdidas superiores a las 230.000 hectáreas entre las regiones NOA y NEA.
Así lo marcó el último informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con datos recolectados hasta este jueves 19 de julio.
"En consecuencia hemos ajustado nuestra proyección de siembra en 100.000 has y a partir del presente informe la superficie prevista para este ciclo es de 3.600.000 hectáreas, reflejando la importante pérdida de un millón de hectáreas (-22%) en relación a la campaña previa (4,6 MHas sembradas campaña 11/12)", dijo la entidad.
La Bolsa aclaró que "el recorte habría sido superior si no fuera por una mejor intención de siembra relevada en los núcleos productivos sudeste y sudoeste bonarense, en respuesta a los mejores precios de mercado y la apertura de saldo exportable anunciada semanas atrás".
Estado
En tanto, el avance de siembra logró cubrir el 84% de la superficie proyectada, marcando un progreso intersemanal del 6% y reflejando un retraso de 3,2 puntos porcentuales en comparación a similar período del ciclo previo.
En términos absolutos ya se incorporaron más de tres millones de hectáreas y las siembras tempranas sobre la franja central del área agrícola transitan ya pleno macollaje.
En Córdoba la falta de reposición hídrica, junto a la progresiva pérdida de humedad en los cuadros, provoca una paulatina caída en la condición del cultivo.
Hacia el este, sobre el centro y sur santafesino y en sectores de Entre Ríos, la humedad en los perfiles no es una limitante y los cuadros se encuentran en buena condición.
Finalmente, según el informe climático de la Bolsa de Cereales las precipitaciones previstas durante los próximos siete días serán escasas en la mayor parte de la región agrícola, seguidas de un marcado descenso térmico con riesgos de heladas sobre gran parte del área. (NAP)