viernes, 6 de julio de 2012

Siguen ajustando la superficie de Trigo
La Bolsa corrigió su estimación anterior en 100 mil y la puso en 3,7 mill./has. El trigo sembrado está en buenas condiciones.
El trigo de la campaña argentina 2012/113 sigue perdiendo terreno, consecuencia de la poca intención de siembra de parte de los productores.
El último relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (con datos recolectados hasta este jueves 5 de julio) obligaron a ajustar los pronósticos en 100 mil hectáreas menos en zonas del Norte.
La Bolsa tuvo en cuenta que la siembra no avanzó sobre el Centro-Norte de Córdoba y el Núcleo Norte, cuando ya se cerró la ventana óptima para ello. "Simultaneamente, relevamientos realizados sobre el Centro-Este de Entre Ríos también obligaron a modificar nuestra proyección de superficie en dicha región".
"En conjunto, estas tres regiones bajo análisis registran un ajuste de -100.000 has, que impacta a nivel nacional provocando una recorte de -2,6 puntos porcentuales en comparación a la proyección de área publicada en nuestro informe previo (3,8 MHas el 28/06/12)".
Por otra parte, al presente informe se logró cubrir un 64,3% de la superficie ahora prevista en 3.700.000 hectáreas, reflejando un retraso interanual de siembra de -2,5 puntos porcentuales y un caída próximo al -20% en comparación al área destinada a este cereal durante el ciclo previo (4,6MHas implantadas campaña 11/12).
Las buenas
A pesar de este retraso, una fluida incorporación de lotes sobre la franja central del área agrícola nacional, como así también en gran parte de la región bonaerense, permiten elevar la superficie ya sembrada a poco menos de 2,4MHas.
Por otra parte, en las regiones Centro-Norte de Córdoba y Santa Fe, Núcleo Norte y Sur, y Centro Este de Entre Ríos, los cuadros implantados en fechas tempranas con variedades de ciclo largo se encuentran diferenciando hojas o próximas a macollaje y en condición buena.
Finalmente, según nuestro informe climático las perspectiva para los próximos siete días preven un marcado descenso térmico en  la mayor parte del área agrícola nacional, causando riesgo de heladas en gran parte de su extensión. (NAP)