lunes, 11 de marzo de 2013

Amenazan limitar la Cebada para
aumentar cosecha de Trigo 
Argentina está presionando a los chacareros para que siembren más trigo, bajo la amenaza de aplicar controles sobre las crecientes exportaciones de cebada, un cultivo al que muchos productores se volcaron para evitar las trabas del trigo, dijeron fuentes del sector. 
Con una inflación que economistas privados estiman en alrededor del 30 por ciento para este año y frente a una creciente demanda global de alimentos, Argentina -uno de los mayores exportadores mundiales de granos- restringe las ventas externas de trigo y maíz para asegurar la provisión doméstica. 
Pero los agricultores afirman que las políticas intervencionistas perjudican sus márgenes de ganancia y por eso se han inclinado hacia la siembra de cebada, cuya exportación no está limitada por el Gobierno. 
Mientras que la superficie destinada a la cebada en Argentina está trepando, la cosecha de trigo de esta temporada sería de apenas 9,4 millones de toneladas, muy por debajo de los 14,1 millones de la campaña 2011/12. 
El Secretario de Comercio Interior de Argentina, Guillermo Moreno, temido en el sector privado por ser el principal encargado de hacer cumplir las políticas intervencionistas oficiales, dijo esta semana a exportadores que un mayor incremento del área de cebada en detrimento del trigo no sería tolerado. 
“El dijo que si los productores siguen produciendo cebada en lugar de trigo, va a aumentar los impuestos a la exportación de cebada y también restringir las exportaciones”, afirmó a Reuters y bajo condición de anonimato una fuente de la industria que estuvo en la reunión que se realizó el miércoles por la noche. 
“Es una amenaza. Si la siembra de trigo sigue cayendo, va a ir detrás del cultivo sustituto, sea cual sea”, añadió. “Pero el problema real es el modelo de políticas, porque cuanta más intervención haya en el mercado de trigo, menos hectáreas van a sembrar los productores”, dijo. Esta versión fue confirmada por otro líder de la industria que también estuvo en la reunión. Ni Moreno ni los dirigentes con quienes negocia hablan públicamente sobre sus discusiones. 
Buscado: Trigo
La presidenta Cristina Fernández ha incrementado la acción gubernamental en el país sudamericano, que es la tercera economía de América Latina, lo que llevó a enfrentamientos con agricultores que la acusan de ahuyentar inversiones y de impedir al país explotar su potencial agrícola. 
Los mercados globales de alimentos quieren más trigo y otros granos de Argentina para compensar unas cosechas decepcionantes en gigantes productores como Rusia, Estados Unidos y Australia. 
Una escasez de maíz y trigo -un ingrediente clave del pan, entre otras cosas- podría dejar a algunos alimentos básicos fuera del alcance de las naciones más pobres, que ya enfrentan las turbulencias de la economía mundial y altos niveles de desempleo. Argentina necesita alrededor de 6 millones de toneladas de trigo anuales para el consumo interno. 
El Gobierno ha aprobado la exportación de 3 millones de toneladas del cereal del ciclo 2012/13, una cifra inferior a lo previsto inicialmente debido a que su cosecha fue gravemente golpeada por clima adverso. La mayor parte de las exportaciones de trigo de Argentina van a Brasil y el norte de África. Con 3,48 millones de hectáreas, la superficie dedicada al cereal 2012/13 en el país sudamericano fue la más reducida en los 44 años que el Gobierno lleva registro en sus estadísticas. 
Comida pra camello
La producción de cebada se disparó hasta alcanzar casi 5 millones de toneladas, repartidas en forma pareja entre la variedad cervecera y aquella utilizada para alimentar animales. La cosecha estuvo por debajo de 800.000 toneladas en la campaña 2005/06, antes de que el Gobierno restringiera las exportaciones de trigo. Casi toda la cebada argentina se envía al exterior. 
Brasil es el mayor cliente del tipo cervecero, mientras que el cereal forrajero va a naciones muy distantes como Arabia Saudita, mayormente para alimentar a camellos. 
El Gobierno aplica un impuesto del 20 por ciento a la venta externa de cebada, considerado un grano secundario en Argentina, por debajo del 23 por ciento que rige para el trigo y del 35 por ciento aplicado a la soja. 
Los agricultores dicen que los límites a las exportaciones de trigo dificultan la planificación de la siembra del cereal y reducen la competencia por el grano en el mercado local. 
“Si el Gobierno sigue insistiendo en cuotas arbitrarias de exportación, no van a poder alcanzar los más de 5 millones de hectáreas que fueron sembrados con trigo ante de que empezaran las intervenciones en 2007″, señaló David Hughes, un productor que administra tierras en la provincia clave de Buenos Aires. (Mañanas de campo - Reuters)