jueves, 23 de mayo de 2013

Fertilizar advierte por la pérdida de nutrientes 
De cara al próximo simposio anual, María González San Juan vio las deficiencias de reposición en la producción argentina y los problemas que esto acarrea. 
Con el levantamiento de la cosecha, el sector agropecuario exporta gran parte de la riqueza de este país. Sin embargo, nos advierten desde Fertilizar, la pérdida de nutrientes de los suelos en cada cosecha “supera el 50%”, lo cual trae problemas de los rendimientos futuros. María Fernanda González San Juan (foto), directora ejecutiva de la organización, nos comenta sobre este y otros temas que se discutirán en Rosario en el próximo simposio anual, entre 22 y 23 de mayo. 
“Se encienden muchas luces amarillas. Cada vez que se cierra una campaña, se analiza cuánto se exporto en los granos. Toda la actividad que uno hace sobre el campo genera extracción de nutrientes, y cuando uno hace el balance de lo que se consumió en fertilizantes, los balances siempre dan negativos por más del 50%. Es alarmante. Se ve que el sistema no soporta más”, definió San Juan. 
Para la directiva de Fertilizar, “hay dos cosas que se ponen en riesgo: el deterioro de los suelos y el rendimiento. En esta campaña no hubo limitantes hídricas. Uno podía esperar lo mejor que daba ese campo. Si el productor tuvo la habilidad de hacer en su propio campo una parcela donde no le faltaron nutrientes, habría evidenciado que tuvo un limitante en los rendimientos. Esto se puso en evidencia. Era un año para que los materiales expresaran su máximo rendimiento y no pasó”. Esos limitantes eran, ni más ni menos, “la falta de nutrientes como azufre, fósforo o nitrógeno”. Pero también los micronutrientes, que “en un año como este han logrado que las parcelas con ese agregado hayan rendido más”. 
Fernández San Juan distinguió entre los productores que mejor aplican el paquete tecnológico de fertilización y son más sustentables: “El productor de trigo y maíz lo hacen mejor. Los cultivos de gramínea no se hacen sin esa tecnología, sería inviable. Hay productores que, si los costos no le cierran, no lo hacen. El problema es que las gramíneas son cada vez menos”.
En esto, la rotación juega un rol clave: “El 100% de las necesidades de nitrógeno de la soja no se cubren con la atmósfera, ya que el 30% lo saca del suelo. Si le pongo fertilizante nitrogenado, inhibo esa habilidad de conseguir el nitrógeno atmosférico. Entonces, se fertiliza la rotación. ¿Qué sucede cuando no se rota? Esa soja que genera déficit de nitrógeno”.  (Ondas de campo)