miércoles, 22 de mayo de 2013

Presentaron un estudio 
Daño de palomas en Girasol 
En General Pico, se dieron a conocer los primeros resultados de un estudio orientado a evaluar los daños de la plaga en la provincia de La Pampa. Los investigadores hicieron hincapié en que no debe desalentarse el cultivo de la oleaginosa en las zonas más afectadas, sino apuntar a reducir el daño por medio del manejo. 
Tal como estaba previsto, se realizó la presentación del estudio que busca no desincentivar la siembra del Girasol. 
La reducción de un problema como las palomas puede ser realizano acciones que tenga que ver con “el manejo de las áreas de nidificación, la experimentación en métodos de ahuyentamiento o repelencia, y la evaluación de híbridos menos susceptibles al daño”. Ésta es una de las conclusiones de un estudio llevado a cabo por los investigadores del INTA Anguil Jaime Bernardos y Mauricio Farell, financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería (MinAgri) y la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), que se presentó el 15 de mayo en General Pico. 
La investigación, titulada “Evaluación de daño de la paloma torcaza en el cultivo de girasol y pérdida de cosecha en la provincia de La Pampa durante la campaña 2011/12”, es resultado de un esfuerzo conjunto entre las tres entidades para evaluar los daños de la plaga, unificar metodologías de investigación y llegar a propuestas concretas para mitigar sus efectos. 
El presidente de ASAGIR resaltó que la investigación presentada se trata de “un primer estudio, que constituye un punto de partida para encontrarle la vuelta al tema”, pero que no se pueden esperar “soluciones mágicas” a la plaga. 
También señaló que los retrocesos en el área de girasol en la provincia no son atribuibles en su totalidad a la paloma, sino que además, los altos rendimientos obtenidos por los productores en la soja en la campaña 11/12 y los excesos de lluvias en octubre/noviembre del 2012 configuraron un escenario difícil para el avance de la oleaginosa. 
Recomendaciones de manejo 
Farrell indicó que el uso de defoliantes químicos constituye una alternativa para minimizar el daño. “Esta alternativa de manejo acorta el secado del cultivo de 18 a 22 días, reduciendo el tiempo de exposición del grano a la paloma y contribuye a homogeneizar el nivel de humedad del cultivo antes de entrar a la trilla, aumentando la eficiencia de la cosecha”, resaltó. 
“Estos productos se deben aplicar cuando el cultivo se encuentra en estado de madurez fisiológica, es decir, cuando el capítulo vira a un color marrón claro, o la humedad está en el 28%”, explicó el experto, y señaló que ellos experimentaron con distintas dosis de carfentrazone + glifosato y paraquat. 
El hombre del INTA Anguil señaló que también se están llevando a cabo ensayos con repelentes, pero aclaró que “aún no se han obtenido resultados concretos”.