Brasil espera que se acaben los ROE para el Trigo Argentino
Lo señaló el presidente de Abitrigo, organizadora del 22° Congreso Internacional del Trigo realizado en ese país. El trigo, para los brasileños, es una gran "industria".
"Esperamos que el nuevo gobierno (en la Argentina) liberalice el comercio de granos, en especial del trigo, no puede seguir trabado por los ROE (Registros de Operaciones de Exportación)”, dijo Sergio Amaral, Presidente de Abitrigo 2015, organizadora del 22° Congreso Internacional del Trigo, que comenzó anoche en un hotel de la zona de San Pablo, Brasil.
Es uno de los principales eventos agrícolas brasileros, en el que se trazan políticas para la producción triguera y para la industria molinera del vecino país.
Amaral manifestó la expectativa que tiene con respecto al nuevo gobierno argentino y su política triguera.
En los últimos tiempos, con la administración gubernamental de Cristina Fernández y el kirchnerismo, la Argentina prácticamente perdió el mercado triguero brasilero, en el cual colocaba alrededor de 5 millones de toneladas de trigo por año (y más también), en condiciones preferenciales.
Amaral sostuvo que “se tiene que destrabar el comercio triguero argentino-brasilero”.
Con ese punto de vista coincidió el presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Juan Martín Buteler, quién le comentó al presidente de Abitrigo que los principales candidatos a presidente han manifestado que adoptarán medidas orientadas en aquel sentido, aunque reparando que menos categórico ha sido el candidato oficialista Daniel Scioli.
Expectativa
“Eso mismo que usted dice es lo que nosotros también deseamos y hemos venido peticionando reiteradamente, aunque en vano, al actual gobierno”, señaló Amaral.
En declaraciones anteriores a ese saludo entre Buteler y Amaral, el presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba había estado comentando a la prensa que “hemos venido este año a escuchar qué están pensando en Brasil en relación al trigo y qué van a hacer”.
Trigo propio
Recordó que los brasileros, después de haber perdido Argentina la condición de proveedor confiable y tener que importar trigo de otros destinos más caros, anunciaron que se pondrían a trabajar en lograr el autoabastecimiento.