Lo que importa es la Cervecera
"El mensaje que nos da el mercado para lo que es la campaña de Cebada es muy claro: hay que producir calidad. La Cebada Forrajera hoy es muy mal negocio, mientras que la Cervecera ofrece un margen interesante", explicó el ingeniero Fidel Cortese, una voz más que autorizada a la hora de hablar del cultivo de Cebada.
El Ing. Fidel Cortere, hoy asesor privado pero durante más de 20 años se desempeñó en Cervecería y Maltería Quilmes, fue el encargado de analizar la situación que presenta el mercado de Cebada en la habitual jornada sobre el cultivo que Syngenta organiza a esta altura del año en Tres Arroyos. Y en una charla con Tranquera, Fidel realizó un completo paneo de la actualidad del cultivo.
- ¿Cuál es el escenario que muestra hoy el mercado mundial de cebada forrajera?
- Las dos terceras partes de la producción mundial de cebada tiene uso forrajero, y hoy el mercado forrajero está súper ofrecido porque hay cosecha record de maíz y por cuarto año consecutivo cosecha record de trigo, que son los dos granos forrajeros más importantes, tercera viene la cebada. Entonces no hay mucha perspectiva de hacer cebada forrajera con buenos precios.
- ¿Qué pasa con la cebada cervecera?
- En cambio, la cebada cervecera muestra un buen escenario. A raíz de las inundaciones que hubo en Francia se nos abrió una ventana interesante. Porque los franceses son los principales productores de cebada de calidad, casi aportan el 25% de la cebada cervecera del comercio mundial. Y esto año no van a aportar nada, con lo cual dejarán demanda por cubrir en Brasil. Pero además, en la región, si hacemos un balance entre lo que se produce y lo que se consume de cebadas de calidad en el conjunto de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Uruguay, vemos que hay un faltante de 300.000 toneladas. Eso si van bien las cosechas acá, en Brasil y en Uruguay, porque si falla en alguno de los tres países podrán mejorar los valores.
- ¿Cuáles son los valores que hoy tiene la cebada cervecera de exportación?
- En la actualidad ronda los 170 / 175 dólares la tonelada. Pero en la Argentina, sobre todo en el sudoeste que se sembró muy tarde, si viene un llenado apretado vamos a tener problemas de calibre y los precios pueden pasar a ser de 185, 190 y hasta 195 dólares, que es lo que le daría para pagar a la exportación teniendo en cuenta que Francia, el gran competidor de calidad, está fuera de juego.
- ¿Esa expectativa positiva es para la cebada que está sembrada sin contrato?
- Sí, eso es para todo lo hecho fuera de contrato. Todo lo que se sembró por convenio está en problemas serios. Porque los convenios de Maltería Quilmes -Tres Arroyos- y Pampa -Puán-, se hicieron en relación al valor del trigo del mercado de Chicago. Y esta superproducción de trigo que hay a nivel mundial hace que en Chicago el trigo a diciembre tenga un valor de 154 dólares, con lo cual la cebada queda en 150 dólares. Con ese precio, el productor tiene que sacar 4.300 kilos por hectárea para salvar los gastos. Así que es un panorama bastante complicado.
- Hoy estamos viendo una cebada forrajera de entre 115 y 125 dólares, así que cosechando 4.000 kilos estimamos una pérdida de unos 100 / 120 dólares por hectárea. Por eso la recomendación para el productor es que le apunte a una fertilización nitrogenada en hoja bandera con algún foliar lo que le puede dar un punto de proteína, y control de enfermedades para tener todas las hojas y así lograr un buen calibre.
- En este escenario, ¿cuáles serían los márgenes de la cebada cervecera?
- Con un arrendamiento de 160 dólares, habiendo aplicado 120 kilos de fosfato diamónico y 200 kilos de urea, un manejo en siembra directa y distancia a la maltería de 40 kilómetros, con un rendimiento de 4.000 kilos y un valor de 175 dólares, ganamos casi 90 dólares por hectárea. El mismo manejo, el mismo rinde pero con convenio con maltería -150 dólares la tonelada- la ganancia es de 30 dólares.
- ¿Y cuáles son los números del trigo?
- Un trigo con el mismo rinde, un flete de 140 kilómetros, sobre los 145 dólares que se paga hoy a cosecha, tenemos una pérdida de 60 dólares por hectárea.
- Con estos números, ¿cuál es la recomendación para el productor?
- Estamos pensando en dejar sin vender el trigo hasta marzo o abril a ver qué pasa. La situación para todos los cultivos de fina es preocupante para el sur de la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto lo único que nos queda es producir calidad. Por esa diferencia de valores, entre una cebada forrajera y una cervecera estamos hablando de una diferencia a favor de la segunda de 150/200 dólares, es decir, el arrendamiento. Entonces, insisto estamos a tiempo de tomar algunas decisiones y podemos pensar en aplicar una fertilización foliar para levantar algo la proteína, pero sobre todo tenemos que cuidar las hojas y protegerlas desde el punto de vista sanitario. Porque si bien la proteína es importante, en un año en que sembramos tarde, es muy importante es el calibre o el tamaño de grano. Una buena noticia es que los pronósticos indican que será una primavera fresca y húmeda, con un diciembre ya con altas temperaturas, que sería bueno para la cebada.
- ¿Y el que finalmente no llega a los parámetros que exige la industria y cosecha cebada forrajera?
- A diferencia de la cebada cervecera que se van haciendo embarques durante el año, el 90% de la forrajera se exporta entre diciembre y abril. Por lo tanto lo que puede parecer un negocio muy malo de 120 dólares en esos meses, se puede convertir en paupérrimo después. Así que, el que piensa en no vender esa cebada forrajera, debe analizar guardarla para la otra cosecha y ver qué pasa con el mercado el año que viene, pero no especular con que puede haber un valor interesante forrajero después de esos cuatro primeros meses de 2017.
Todos para una y una para todos
El ingeniero Fidel Cortese también contó que en el mercado mundial se produjo una compra que no es una buena noticia para los productores de cebada latinoamericanos: la belga AB InBev -la mayor empresa de cerveza del mundo- adquirió la número dos del mercado, la británica SABMiller. El nuevo grupo combinaría las cervezas Quilmes, Budweiser, Stella Artois y Corona de AB InBev con las marcas de SABMiller: Peroni, Grolsch y Pilsner Urquell. Así, AB InBev añadiría ciertas fábricas de cerveza de América Latina y Asia a su ya amplia presencia y, sobre todo, entraría a Africa por primera vez. "Fue una compra que se terminó de cerrar hace dos semanas y se hizo por más de 100.000 millones de dólares. Entonces, de las diez marcas principales, ocho van a estar en manos del mismo grupo que así fabricará casi un tercio de la cerveza del mundo", explica Cortese. "Por lo tanto Colombia, que era un país que nos compraba mucha cebada para malta, y que era abastecido por Toepfer, ahora será un destino de exportación manejado por el mismo grupo. De modo que la capacidad de negociación del productor se va a ver resentida", agrega.
El riesgo darles tanto a Andreia y Shakira
Hace tres campañas, el 90% del área de cebada del país se sembró con la variedad Scarlett, y esto el productor lo pagó caro porque se generalizaron distintos problemas agronómicos que impactaron en la producción. Si bien el escenario ahora cambió, tampoco es el ideal en lo que a variedades se refiere. "Hoy en la Argentina hay sembradas una decena de variedades de cebada, lo que es bueno desde el punto de vista agronómico. Pero también es cierto que casi un 65% del área se hizo con Andreia. Y si le sumamos las hectáreas de Skakira, llegamos a que el 80% de la superficie está ocupada sólo por dos variedades. Es decir, estamos corriendo el mismo riesgo", analiza el ingeniero Fidel Cortese. Aunque el especialista también marca que esto tiene un lado positivo: "Desde el punto de vista logístico es una ventaja para evitar la mezcla de variedades".
Sup. Tranquera