El clima achica la oferta ganadera
También afectará la parición del año que viene y el destete 2019. En el corto plazo, ya hay una caída de entre el 20 y 30 por ciento en la disponibilidad de gordo para faena, con ganancias de peso en los feedlots y en la invernada con suplementación muy afectadas por el barro y la falta de piso. Por Ignacio Iriarte
En el corto plazo, una restricción importante de la oferta, por corte de caminos vecinales e internos dentro de los campos. Caída del 20-30 por ciento en la disponibilidad de gordo para faena, con ganancias de peso en los feedlots y en la invernada con suplementación muy afectadas por el barro y la falta de piso. En el mediano plazo, pérdida progresiva del estado corporal de los vientres, que en muchas zonas ya entran al servicio en un par de semanas. Comienza a comprometerse el servicio 2017, que afectará la parición del año que viene y el destete 2019.
Invernada
Mercado muy firme, con una marcada caída de la oferta disponible; no sólo hay menos terneros, sino también los que podrían venderse no pueden en muchos casos sacarse de los campos. Compran muchos feedlots de matarifes o frigoríficos que venden el gordo y no quieren quedarse con la plata.
Si bien la relación de compra/venta no es tan favorable como un mes atrás, muchos feedloteros pagan este valor por la invernada con la idea de que lo encerrado ahora se va a vender en enero-febrero, y confían que para entonces los valores del gordo van a tener, por razones estacionales, un nivel más alto.
Según los registros del Senasa, para el período 2009-2014, en septiembre se comercializa el 6,5 por ciento de la zafra anual, en octubre el 4,7, en noviembre el 4,4, en diciembre el 5,1 y en enero el 4,8 por ciento. O sea, la escasez actual de invernada, de acuerdo con la estacionalidad, se acentuará en los próximos meses, recuperándose recién en febrero (6,8%), marzo (10,6), abril (15,7) y mayo (14,6).
El año pasado, la relación de compra/venta (ternero 180 kilos/novillito gordo de 350) pasó del 17 por ciento en agosto al 21 en septiembre, al 25 en octubre, al 28 en noviembre y al 26 por ciento en diciembre.
El precio actual del ternero, unos 42 pesos por kilo (ternero de 180 kilos) se ubica, a moneda constante, al mismo nivel que el promedio histórico 2005-2016. El máximo, a moneda de hoy, se dio en 2011, en plena recuperación del rodeo, con 61 pesos por kilo, y el mínimo, unos 28 pesos de hoy, en 2009, en plena liquidación.
Corrales
En el bimestre julio-agosto entraron a los feedlots registrados por Senasa unas 687 mil cabezas, un 12 por ciento más que igual período del año pasado, mientras que los egresos totalizaron 749 mil cabezas, un 15,7 por ciento más.
Los corrales siguen muy cargados (1,85 millones de cabezas a fin de agosto) y todo indica que el 2017 será el año de mayor actividad en los feedlots de los últimos nueve años. Se proyecta para el total de este año un ingreso de 4,01 millones de animales (+10%) y una salida con destino a faena de 4,354 millones de cabezas (+13%), el volumen más alto desde 2009.
Preocupa a los feedloteros no sólo la gran cantidad de animales encerrados, sino también los atrasos en los engordes, afectados por las lluvias y el barro; vienen registrando ganancias de peso diarias (800-900 gramos), más propias de la recría que del engorde o la terminación. El año pasado, el novillito en Liniers (350-390 kilos) tocó un máximo en junio de 31 pesos por kilo vivo, y a partir de allí cayó siete meses consecutivos hasta encontrar un piso de 28 pesos en enero, momento a partir del cual y por razones estacionales comenzó a recuperarse.
Este año habría en el último cuatrimestre una oferta para faena más alta que el año pasado, pero también hay una demanda más entonada. De todas maneras, la última palabra la tendrá el clima, que hoy condiciona decisivamente al mercado.
Fte: Agrovoz