El más bajo en los últimos 10 años
La participación del Estado en la renta agrícola bajó al 63%, según el Indice FADA
La participación del Estado en la renta agrícola muestra una baja, al ubicarse en el 63% en diciembre, según el Indice FADA de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.
El descenso se verifica al compararlo con el 65,4% de septiembre y según David Miazzo, economista de la Fundación, "se combinan un aumento del precio del maíz, el incremento del tipo de cambio y una caída en el costo de los insumos. Los brotes verdes en la agricultura ya llegaron: fertilizantes y maquinaria".
Ya en diciembre pasado, luego de las medidas tomadas por el entonces flamante Gobierno de Mauricio Macri para el campo, había bajado hasta el 66,3%.
"La explicación de la baja se encuentra en un incremento del precio disponible del maíz en dólares del 7,6%, un aumento del tipo de cambio del 5% y una leve baja en pesos del costo de los insumos fitosanitarios, en torno al 5 a 10%", sostuvo el analista.
Desagregando el índice, en el caso de la soja su precio se mantuvo estable en dólares, lo que combinado con el aumento del tipo de cambio y la baja de los insumos, hizo que la participación del Estado pasara del 70,2% al 68,9% en los últimos 3 meses, manifestó FADA.
"Todavía se mantiene en estos niveles por la permanencia de los derechos de exportación. Si el Gobierno hubiese cumplido con la promesa de la reducción del 5% en soja", habría caído más el Indice.
De acuerdo con estimaciones de FADA, por otros impuestos, el Estado recupera de manera automática el 36% de la quita de derechos de exportación.
En el caso del maíz, la participación del Estado en la renta bajó del 45% al 41,3%, el principal motivo es un incremento del 10,2% en el precio FOB y del 7,6% del disponible.
El trigo, por su lado, todavía mantiene una diferencia de 10 puntos entre el precio FAS y el disponible, que es casi la mitad al que existía en época de las restricciones a las exportaciones.
Al mismo tiempo, posee un precio internacional un 20% inferior al promedio del 2015, lo que está amortiguado por la eliminación de los derechos de exportación y de las restricciones, pero "sigue generando un efecto negativo sobre la rentabilidad".
El girasol acompaña al maíz como uno de los cultivos que salió mejor parado del contexto internacional y de las políticas locales, con una participación del Estado sobre la renta del 48% y un precio que se ha caído con respecto al último trimestre pero se ha mantenido estable con respecto al año anterior.
A pesar de la importante caída de la participación del Estado en la renta agrícola en el promedio de los cuatro cultivos, los impuestos nacionales significaban en septiembre del año pasado 3.077 pesos por hectárea, mientras que en diciembre de este año significan 5.293 pesos, un 72% de pesos más que van al Estado, para FADA.
La diferencia en el aporte fiscal podría ser aún mayor debido a que parte de los derechos de exportación, en el maíz por ejemplo, en realidad iban a otras partes de la cadena, mientras que ahora van al Estado principalmente vía ganancias.
Por su lado, la maquinaria agrícola registró incrementos en la venta de cosechadoras del 52,8%, con valores promedio en torno a los 4,5 millones de pesos; de tractores del 65% con valores de 1 millón de pesos; de sembradoras del 148%, con un precio promedio de 2 millones de pesos y de implementos del 41% con precios promedio de 600.000 pesos, según el Indec.
En tanto, la venta de fertilizantes se incrementó más del 50% de acuerdo con datos de la Asociación Fertilizar, lo que sienta las bases para una producción más sustentable y una mayor cantidad y calidad de granos.