Habrá más carne en 2017
Con un consumo interno bien abastecido entre las diferentes proteínas animales, la mesa sectorial consensuó un nuevo sistema de identificación del ganado y de lucha contra la evasión en el mercado cárnico. “La idea es mejorar la competitividad y enfrentar la urgente necesidad de exportar”, dijo Fernando Canosa.
“La ganadería viene de un buen año, el Gobierno hizo lo que prometió y el productor respondió con su decisión de invertir. El stock y la producción de carne comienzan a recuperarse, todavía tímidamente, algo que se fortalecerá en años venideros. Para 2017 proyectamos 2.730.000 toneladas, lo que da 55 kg por persona y 330/350 mil toneladas para exportación”, dijo a Valor Carne el Ing. Agr. Fernando Canosa, asesor técnico de la Mesa de las Carnes. Y advirtió que “si bien esta es una buena noticia preocupa cómo hacer para que los nuevos excedentes, no sólo de carne vacuna sino de pollo y cerdo, fluyan rápidamente hacia los mercados externos”.
El especialista se refirió a la importancia de coordinar objetivos y superar obstáculos en la ganadería argentina. “El año pasado, nos inquietaba la reducción de la oferta de carne vacuna en 2016 por la gran caída del stock que hubo anteriormente y la retención que se estaba dando, de la mano del optimismo por las nuevas políticas”, recordó. Entonces, “gracias al acuerdo con los productores de aves y cerdos, que tienen un ciclo biológico mucho más corto, se obtuvieron sustitutos que permitieron que la oferta de proteínas animales se mantuviera fluida. Definitivamente, el trabajo conjunto funcionó y se despejó el camino para la recomposición bovina”, aseveró Canosa.
Del mismo modo, prosiguió: “hoy, vemos que es imprescindible crecer en exportaciones. Esto no sólo traerá beneficios al propio sector sino también al consumidor ya que, de lo contrario, si se inundara de productos el mercado interno, dentro de dos o tres años, volverían a faltar”.
En este contexto, la Mesa de la Carnes viene trabajando junto a los organismos oficiales para que el sector pueda expresar todo su potencial. “El nuevo sistema de identificación del ganado, que simplificará la operatoria exportadora, y la lucha contra la informalidad, que propiciará un trato equitativo para todos los operadores, son dos temas centrales que se pondrán en marcha a la brevedad”, anticipó.
Simplificación
Para Canosa, lo más importante del nuevo sistema de identificación es que aún con el mismo stock se podrá disponer de una mayor oferta de animales aptos para la Unión Europea, gracias a un concepto básico: todo ternero, todo destino.
Con el nuevo sistema, “el criador ya no deberá inscribirse como campo de origen, categoría que dejará de existir. Al salir, los terneros llevarán una sola caravana botón en la oreja izquierda y la de tarjeta no será obligatoria. El invernador será el responsable de registrarlos individualmente en el Senasa, si decidiera destinarlos a la UE, ya que es quien tiene la relación con el frigorífico. Si no le interesa ese negocio, declarará los animales y nada más”, explicó.
Así las cosas, cualquier ternero podrá ser elegido por un invernador/engordador para faena con destino a la UE. “Es decir, que todos los campos de cría podrán capturar valor por la actividad exportadora y no sólo los que tenían terneros trazados para ese mercado”, planteó.
Un aspecto estratégico de la nueva identificación del ganado es que el seguimiento sanitario continuará realizándose eficazmente. “Este tema está salvado porque el criador, al momento de comprar sus caravanas botón, debe declararlas ante el Senasa; de esta manera en cualquier momento de la vida del animal se puede conocer su origen. La trazabilidad no se pierde, se simplifica el sistema”, aseguró Canosa.
Transparencia
Otra cuestión clave consensuada entre la Mesa de las Carnes y los organismos del estado involucrados, son las medidas que apuntan a controlar la evasión. “Se hizo un trabajo conjunto que llevó un año, en el que participó toda la industria de consumo y exportación, desde la formal a la informal. Así, se logró un acuerdo de lo que había que hacer”, subrayó.
En el ínterin, se creó la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario (SUCCA), a cargo de Marcelo Rossi, médico veterinario con gran experiencia en políticas de control comercial. “Hay decisión política del propio presidente Macri de terminar con la informalidad en el negocio de la carne”, resaltó Canosa.
Como primer paso, se realizarán cambios en el RUCA (Registro Único de Operadores de la Cadena Agroalimentaria), eliminando a los productores y desburocratizando el sistema de inscripción y renovación de matrículas. “Se otorgarán sólo a los verdaderos titulares de faena, sean frigoríficos o usuarios. No se dará matrícula a las cooperativas de trabajo, para ello se está trabajando coordinadamente con el INAES, organismo oficial del área de Desarrollo Social”, reveló.
Con el nuevo modelo, cuando la hacienda llegue al frigorífico con su DTe (documento de tránsito electrónico), tomará intervención la SUCCA. La jaula quedará “bloqueada” hasta que el titular de faena haga un pago electrónico a la AFIP, a través de un VEP, que cubrirá el monto fijado para la percepción del IVA más Ingresos Brutos, si correspondiera.
“El trámite no llevará más de 10 minutos. Cuando la AFIP libere esa jaula, recién se podrá faenar. En el caso de que se trate de un usuario, éste será el responsable directo, pero la planta será corresponsable, no habrá escapatoria. Si a las 96 horas no se reportó el pago, y se faenó sin autorización, se aplicará la sanción de rigor, mediante su cobro ejecutivo a partir de una caución dejada por el frigorífico, en efectivo o bonos del Gobierno”, explicó Canosa. Cabe aclarar que esta dinámica se podrá concretar gracias a los nuevos sistemas electrónicos que vinculan a la AFIP, el Senasa y la SUCCA.
Según el asesor, hoy en día es muy difícil que una jaula circule sin su DTe, es decir totalmente en negro, lo cual no quita que haya subfacturación. Para controlarla, se prevé instalar cajas negras o balanzas electrónicas y cámaras de video en el palco de faena de todos los frigoríficos. “De este modo, se achicará mucho la posibilidad de declarar menos kilos. Para la planta la inversión será pequeña, del orden de los U$S 1.000”, adelantó. También precisó que “en este caso, la norma entrará en vigencia algo después, en marzo, porque aún no hay tantas empresas que vendan los equipos, que deberán contar con avales del INTI. Lo importante es que la decisión política está tomada”.
El despegue
Desde la Mesa de las Carnes ya se está conversando con las autoridades de que es posible salir a exportar sin complicar el consumo. “De aquí en adelante seguirá aumentando la producción y habrá más oferta. Si bien no embarcaremos grandes volúmenes, como Brasil, cuanto más cortes de alto valor vendamos, más competitivos serán los parrilleros al mostrador”, enfatizó.
Para finalizar, Canosa, quien también es consultor de empresas agropecuarias, destacó que “hay un franco apoyo de las autoridades para que la ganadería de todo tipo sea uno de los motores del crecimiento del país, a lo que se agrega la firmeza de la demanda internacional”. Y planteó: “no debemos tener miedo de implementar programas de incremento de la producción ya que el marco confirma que estamos en un buen negocio. No esperemos más, porque llegaremos tarde”.
Por Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne