Los primeros datos de la fina en el SOB
Llegaron los primeros números del sudoeste bonaerense de un relavamiento de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca para los partidos cercanos al puerto.
Trascurre el mes de diciembre y comienza a observarse el movimiento de las máquinas cosechadoras en el sudoeste bonaerense. La Bolsa de Cereales de Bahía Blanca realizó una primera recorrida por los partidos próximos al puerto local para relevar los datos iníciales de rendimiento de los cultivos de cebada y trigo en la campaña actual.
Cebada:
Los registros de los monitores indican rendimientos promedios de 3.800 kg/ha. en los partidos de Bahía Blanca, Bajo Hondo y Cnel. Dorrego, con valores mínimos de 1.800 y máximos de 5.500 kg/ha. En cuanto a los parámetros de calidad requeridos por la industria maltera, resultan variables.
Los datos de proteína van de 9 a 13%, la falta de fertilizante o el lavado de nitrógeno por las lluvias posteriores a la aplicación explicarían la escases. El exceso estaría dado por las altas dosis de fertilizante que fueron al grano mientras que los mismos no pudieron completar su llenado por la falta de agua y el efecto “soplete” (fuertes vientos y altas temperaturas) registrados en noviembre. Con respecto al calibre varía de 60 a 95, los granos pequeños serían causa del efecto de la helada y soplete previamente descripto.
Trigo:
Si bien aún es muy incipiente el inicio de la trilla, los primeros datos indican rendimientos que oscilan entre 1.800 hasta 3.500 kg/ha., con un promedio de 2.700 kg/ha en los tres partidos anteriormente mencionados. Aunque este rinde es superior al promedio de las últimas cinco campañas (2.000 kg/ha), en muchos casos no llegaron a superar las expectativas de los productores. En cuanto a la calidad, tan importante para los trigos de nuestra región, los análisis están siendo satisfactorios al arrojar valores de proteína entre 10 y 11.5% con buen peso hectolítrico.
Para ambos cultivos, si bien la campaña comenzó retrasada por la imposibilidad de sembrar en tiempo y forma por el exceso hídrico en los lotes, las lluvias que acompañaron la mayor parte del ciclo del cultivo sumado a la buena relación de precio insumo/producto, incentivó a incrementar la aplicación de fertilizante nitrogenado este año (particionado entre la siembra-macollaje y pre-emergencia floral).
Otro problema no menor que se observa, es la presencia de enfermedades del suelo como rhizoctonia, fusarium, pietín y dumping off originadas por años continuos de gramíneas invernales, es decir falta de rotación de cultivos.
Finalmente la presencia de malezas de difícil control como yuyo esqueleto y ray-grass han imposibilitado el correcto desarrollo de los cultivos al competir por los recursos limitantes como el agua y nutrientes.