viernes, 23 de diciembre de 2016

A un año de la normalización del mercado de trigo 
Se cumple un año desde que se puso fin a la intervención del Estado en el mercado del cereal, lo que significó que se amplíe el área de siembra, aumente la producción, las exportaciones y la calidad del cultivo. 
Hace más de una década que el Estado comenzó a intervenir en el mercado de trigo, bien con el dictado de normativas estableciendo cierres y reaperturas de los registros de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), modificando las alícuotas de los derechos de exportación y estableciendo medidas de control y cuotificación de las exportaciones que afectaron el normal desenvolvimiento del mercado. 
Como consecuencia, se registró una caída en el volumen producido en la campaña 2014/15 a 13,9 millones de toneladas, y en la 2015/16 a 11,3 millones de toneladas, lo que llevó a que se exportaran en la campaña 2014/15 sólo 4,5 millones de toneladas, disminuyendo notablemente su calidad por la falta de inversión de los productores, lo que llevó a la pérdida de mercados tradicionales, cayendo nuestra confiabilidad como país productor y exportador de trigo. 
Por este motivo, Brasil, uno de nuestros tradicionales mercados, debió completar su abastecimiento en un alto porcentaje con trigo estadounidense. "Ahora, en cambio, para la campaña 2016/17 se estima, si el tiempo acompaña en el sur, una producción de 14,8 millones de toneladas y un mercado libre, sin intervención alguna del Estado, mejorando la calidad, con un crecimiento de las exportaciones, permitiendo conquistar y recuperar nuevos mercados", señaló Jesús Silveyra, subsecretario de Mercados Agropecuarios. 
Según la Dirección de Estimaciones Agrícolas del Ministerio, la superficie sembrada de trigo, para la campaña 2016/17, aumentó un 20%, pasando de 4,37 a 5,26 millones de hectáreas. A 12 días de haber comenzado la actual gestión, el Ministerio de Agroindustria decidió que era momento de eliminar los cupos de exportación que existían para el trigo, el maíz y otros productos. 
"Desde el Ministerio el compromiso hacia el sector agropecuario, además de la quita de derechos y la salida del cepo cambiario por parte del Gobierno Nacional, fue generar reglas claras para todos los que intervienen en el mercado, eliminando los ROEs y reabriendo los registros de DJVE sin limitaciones. Por eso, el mercado de trigo ha vuelto a funcionar libremente, con el consiguiente beneficio para la producción, la molinería y la exportación", agregó Silveyra.
Los volúmenes exportados en el período diciembre 2015-noviembre 2016 duplicaron a los del ciclo anterior, al tiempo que se accedió a nuevos mercados y se recuperó al Brasil, nuestro principal comprador histórico. La fluidez con que la exportación se movió en el nuevo esquema llevó a un cierre del ejercicio 2015/16 con cerca de 9 millones de toneladas exportadas y un saldo de apenas 500 mil toneladas, mientras que en el ciclo precedente había quedado con stocks de casi 5 millones de toneladas, con el consiguiente perjuicio por la falta de libertad de exportación y la caída de los precios internacionales. 
Para la campaña 2016/17 al 30 de noviembre se llevan vendidas a la exportación 3,45 millones de toneladas, mientras que para la industria 538 mil toneladas. El incremento en la utilización de fertilizantes y tecnología en el campo, está permitiendo levantar una mejor cosecha, en términos de cantidad y calidad. Similar situación se verifica en el cultivo de maíz, otro de las producciones que se vieron afectadas por intervenciones en el mercado.