sábado, 27 de julio de 2013

Duro discurso de Etchevehere 
El Presidente de la Sociedad Rural Argentina dejó inaugurada la 127º Exposición de Ganadería, Agicultura e Industria Internacional de Palermo.

Con duros conceptos hacia el gobierno, Luis Miguel Etchevehere dejó inaugurada la tradicional muestra. Los dichos fueron aprobados por el público presente con permanentes aplausos desde las colmadas tribunas en una jornada a pleno sol y repleta de gente. 
Con los Grandes Campeones en pista y tras el Himno Nacional Argentino interpretado por Luciano Pereyra dió comienzo el Acto de Apertura.
Aquí les detallamos el discurso del ruralista. 
Ocurrió hace apenas 4 o 5 años. El locutor anunció su presencia, así como el locutor acaba de anunciarme a mi. Se acercó al micrófono….. Así como yo lo hice en este instante…. Miró al público así como yo los estoy mirando a ustedes. Y sin temor, les prometió a los argentinos que, en tres años más, podríamos viajar en un tren bala desde Buenos Aires a Rosario, y de allí a Córdoba a más de 300 kilómetros por hora. 
El anuncio ocurrió en enero de 2008 y hasta daría risa recordarlo, si no fuera por tantos muertos y heridos inocentes, víctimas de la corrupción y la ineptitud…. Era una mentira más de un relato que lo ha falseado todo. 
Mienten…. Desde los índices económicos, hasta el pensamiento de nuestros próceres… 
Mienten, desde los antecedentes profesionales, hasta la declaraciones juradas de los funcionarios. 
Mienten. Día tras día mienten. Y así van construyendo un interminable rosario, de anuncios incumplidos, de datos falsos y de enemigos inexistentes.. 
El único problema es que, inexorablemente, la realidad aparece frente a nuestras narices todos los días, y esto es un insalvable escollo del relato oficial. Señoras Señores Productores y trabajadores del campo argentino... La única verdad es la realidad…. como decía… Aristóteles. Y la realidad es muy diferente a los anuncios oficiales, que pretenden sostener un modelo que ha fracasado, y elogiar una gestión caracterizada por la corrupción y la ineficiencia. Por eso..: mienten. 
Mienten sobre temas tan graves y sensibles como la pobreza y la indigencia. Ocultan la verdad alterando los índices, que determinan que estos flagelos han crecido. Sí, hay más pobres e indigentes, en este país que podría alimentar al mundo. Mienten cuando anuncian progresos y mayor inclusión en la educación argentina. Las escuelas estatales reciben cada vez a menos chicos. 
Argentina se ubica entre los últimos países de América en calidad educativa, y las evaluaciones de nuestros alumnos están entre las peores del mundo. 
Mienten cuando hablan de democratizar la justicia. Lo que quieren es, violando a la Constitución, condicionar a la Corte Suprema, nombrar Jueces sumisos y militantes de la causa, que hagan la vista gorda. mientras ellos pesan los bolsos repletos de billetes. Buscan someter a su voluntad al Poder Judicial, no sea cosa que, en 2015, alguno termine preso. 
Mienten tergiversando nuestra historia, mienten con nuestros próceres, distorsionado las ideas y el pensamiento de aquellos hombres que fueron un modelo y un ejemplo de esta Nación. Y además, se gastan nuestro dinero moviendo estatuas, como si pudieran con eso modificar el pasado. 
Mienten sin cesar cuando hablan de los que menos tienen, y subsidian y benefician a los que más tienen. Y a los que tienen plata negra escondida, les perdonan sus obligaciones fiscales. Pero a los que todos los días se levantan a la cinco para ir a ganarse el sueldo con su trabajo, les hacen pagar exagerado impuesto a las ganancias. 
Mienten a través de un colosal aparato propagandístico integrado por agencias de noticias, diarios, revistas, radios, canales de televisión, espectáculos artísticos, ferias, exposiciones y eventos, financiados y subsidiados con nuestro dinero. Descomunales y descontrolados presupuestos, destinados a exaltar los presuntos éxitos del modelo y de la gestión de estos años, a los que denominan la década ganada.
Permítanme recordar algunas circunstancias de esta, la década -entre comillas- ganada: Estos años fueron un tiempo donde casi todos los países de América Latina multiplicaron la inversión, llegada del extranjero. Casi todos, salvo la Argentina, que no solo quedó al margen de este ingreso de divisas, sino que sufrió una fuga de capitales record: más de 85 mil millones de dólares. 
Así que, a falta de inversiones genuinas, vamos a fabricar dólares. Tenemos la receta. Es así: se reciben dólares sin preguntar el origen, Se los lava y con ellos se fabrican Cedines. Y si así no aumentan las reservas, no importa, cerramos las importaciones y nos arreglamos como fuere. No olvidemos que, en el comercio internacional, en la década -entre comillas- ganada, el escenario no podía ser mejor: Bajísimas tasas de interés y altos precios de los productos originados en el campo. 
Pero los enormes errores cometidos por una política agropecuaria inexplicable, provocaron que nos quedáramos sin vacas y sin mercados externos. En 10 años se perdieron 10 millones de cabezas. Estábamos entre los principales exportadores de carne, y hoy hemos caído del lugar numero 3 al lugar numero 11. Con el trigo no nos fue mejor. Nos quedamos sin la harina, sin el pan y sin la torta... 
Es responsabilidad de este gobierno que hoy estemos pensando en importar trigo El área sembrada retrocedió 110 años. Y llego a ser la misma que en el año 1902. Y en estos diez años también nos fue mal con la leche y hoy tenemos 6.000 tamberos menos. Sólo hay que eliminar las trabas y dejar que los mercados funcionen normalmente y volveremos a sembrar trigo, volveremos a sembrar maíz. No podemos trabajar con semejante presión fiscal, con un impuesto tan distorsivo como las retenciones, que ningún otro país del mundo tiene. 
Las economías regionales están siendo asfixiadas por el aumento de costos, y con ellas languidece el interior de la Argentina. La década, entre comillas, ganada es otra de las colosales mentiras del relato oficial. Fue una década donde el mundo, y sus circunstancias, nos ofrecieron oportunidades extraordinarias, condiciones inmejorables, Circunstancias que desaprovechamos por completo. El mundo no se nos cayó encima, Señora Presidenta. Su gobierno dilapidó esas oportunidades, y malgasto en subsidios, politiquería barata, prácticas populistas, corrupción y propaganda, la enorme cantidad de divisas que el campo produjo en estos años. La década ganada es la década donde nos quedamos sin infraestructura, sin rutas, sin comunicaciones, sin trenes, sin energía, sin reservas de Gas y Petróleo, y por poco nos quedamos sin la Fragata Libertad…. 
La década ganada es la década donde se destruyó el INDEC, para así, sin datos ni estadísticas reales, ocultar la verdadera pobreza y la verdadera inflación. Pero la realidad es un escollo del relato. El changuito del supermercado es otro escollo del relato. Porque ni los aprietes de la Secretaria de Comercio, ni los controles militantes, ni las prohibiciones, pueden frenar los precios. 
Para muchos la década ganada es… la década perdida Porque perdieron hasta la vida, cuando no frenó el tren en Once, o cuando el agua se llevó todo en La Plata, porque nadie hizo nada para evitarlo, durante tantos años. Sin embargo, para otros la década ganada es la década ganada. Pienso en las bóvedas, pienso en Ciccone, en Skanska, en las valijas de Venezuela… La década de Aerolíneas perdiendo millones todas las semanas, y la de los “Sueños Compartidos” y las casas sin construir. La lista es tan grande como las ganancias de los ganadores de la década ganada. Y esta década, es también, donde decidieron ir por todo.
 “Vamos por todo!!!” gritaba la Sra. Presidenta hace poco más de un año, ante el monumento a la Bandera allá en Rosario. Y fueron por todo, fueron por la prensa libre, por la Justicia independiente, por las Instituciones, por los mecanismos de control, por los Sindicatos, por el Renatre, por las reservas, por los fondos de los jubilados, por la estatua de Colón….. También vinieron por este predio, donde, desde 1878, el Campo le muestra a la Argentina y al mundo su trabajo, sus herramientas, su producción. Quisieron usurparlo por decreto. Pero no nos dejamos atropellar. La voz del Campo se hizo escuchar, una vez más. Rechazamos el autoritarismo y seguimos adelante. 
Seguimos adelante como siempre: trabajando, produciendo, investigando, incorporando nuevas tecnologías para hacer más eficiente la tarea, desarrollando métodos y herramientas que preserven el medio ambiente, invirtiendo, arriesgando, agregando valor a otros sectores productivos, aportando millones de divisas a la economía argentina. 
Porque el Campo, y esta nueva generación de dirigentes, ha sellado un irrevocable compromiso con el futuro al asumir su presente. Es que el Campo se siente protagonista de un verdadero desafío, ya que el Mundo, nos renueva la oportunidad. Sigue necesitando alimentos. Requiere proteínas, fibras y energías renovables. El Campo y sus productores están preparados para abastecer esa demanda. Estamos capacitados para producir 150 millones de toneladas de granos. No se contenten con los 100 millones que hoy festejan… Para ello solo hace falta lo que usted más teme, Sra. Presidenta…. que nos dejen trabajar en libertad…. Trabajar…. Sin la nefasta intervención a los mercados, sin anacrónicos controles de precios, sin ridículas trabas y prohibiciones para exportar, sin los eternos subsidios a sectores ineficientes y a los que mas tienen, sin incongruentes atrasos cambiarios, sin apropiarse de la renta de los productores agropecuarios. Su gobierno tiene que entender, de una buena vez, que la política de apropiarse de la renta agraria ya fracasó en todo el mundo. Quedarse con las utilidades del productor, apoderarse de lo que ganó con su riesgo, su capital y su trabajo, pone en peligro la producción y la mesa de los argentinos. 
El Campo no necesita subsidios, prebendas ni privilegios. Con transparencia, previsibilidad, reglas claras y respeto a la propiedad privada, nos arreglamos. Me estoy imaginando una Republica democráticamente consolidada, con una producción agropecuaria sustentable y diversificada. Con hombres y mujeres arraigados a sus terruños, sin tener que abandonar el pago y a sus seres queridos para poder subsistir y desarrollarse. 
Me estoy imaginado una industria agropecuaria, que impulse el desarrollo de las economías regionales, y de las pequeñas y medianas industrias locales. 
Imagino al Campo argentino, como una expresión de esa Republica democráticamente consolidada, como una enorme fábrica bajo el cielo, donde se respete el Federalismo y las libertades individuales. 
Lo vislumbro como un dinámico y pujante conglomerado económico, integrado por productores rurales, por fabricantes de alimentos y de maquinaria agrícola; que, desde los cuatro puntos cardinales de nuestra patria, multiplican los bienes producidos. Así se pondrá -de verdad- punto final a tantos años de decadencia, pobreza y exclusión. No tenemos dudas de que el futuro se abrirá paso en esta tierra. Lo deseamos, lo imaginamos, lo creemos… Nos comprometemos a continuar trabajando para ello….. 
Debemos trabajar unidos… Unidos, como lo esta el campo. Como quienes integramos la Mesa de Enlace aquí presente…. ¡Estoy convencido !…. el campo siempre nos ha conducido al progreso. Estoy seguro de que más allá de las coyunturas políticas, allí donde el relato oficial se queda sin palabras, la convicción da sustento a nuestra esperanza, e ilumina la huella que nos lleva al porvenir. 
 El campo hará que se cumplan los sueños, las promesas y las ilusiones de esta gran Nación, que son las de todos sus habitantes. De todos. Sin privilegios y sin exclusiones. Porque ……Señoras…. Señores….. ¡Nadie es más que nadie, frente a la Constitución Argentina!