lunes, 7 de septiembre de 2015

Sembrar es una cuestión de fe 
Ajuste de balances, liberación de los Roe´s y un ajuste de la economía es lo que se debería implementar para lograr la competitividad del campo 
Las perspectivas que presentarán en los próximos meses la actividad agrícola y ganadera, frente al nuevo escenario político esperado, que sigue sin definirse, fueron algunos aspectos analizados por el asesor económico financiero Salvador Distefano, al hablar a los productores que participaron de una jornada de capacitación en un hotel de la capital provincial, organizada por la compañía Syngenta. 
Distesfano, en declaraciones a Noticiasagropecuarias.com, estimó que frente al escenario económico internacional, con el precio de los granos en caída, sembrar “es una cuestión de fe, porque los números no dan. El productor va a tener que trabajar muy fuerte en pensar cómo va ser el resultado de su campaña en función de las expectativas de los cambios económicos esperados después del 10 de diciembre”. 
En ese sentido abogó porque los cambios se sustenten en los temas contables como por ejemplo ajustar los balances por inflación, porque hoy el productor invierte y la plata se diluye. Sí fuera posible este ajuste, se podría invertir más en el campo. Hoy en cambio, al no hacerse el ajuste por inflación, se paga más ganancia. 
En materia de precios internacionales el consultor privado consideró que para los granos de soja se espera “tristeza”, pero para el maíz y el trigo “alegría, porque habrá una mejora en el corto plazo. En ganadería también tendrá buenos precios y si me abren la puerta para salir se pude invertir, pero de lo contario estamos en un problema”, ironizó. 
“El año que viene vamos a tener 14 millones de terneros, si no ponen en marcha algún plan para que podamos sacar esa mercadería estaremos en problemas. Va pasar lo mismo que ocurre con el pollo que tiene precios a la baja y no cuenta con valores para exportar, los mismo que la leche. Hacen falta políticas para exportar”, añadió. 
En otro orden, para lograr una mayor competitividad de las economías regionales, estimó que: “Es necesario una ley de combustibles para pagar menos fletes, eliminar los Roe´s, porque de esta forma tenemos un corset para poder vender, hace falta un tipo de cambio y también una baja de retenciones. Estas son las herramientas que el hombre de campo necesita para lograr competitividad”, explicó el economista. 
Respecto de la posición de los candidatos que puedan llevar adelante algunos de estos aspectos, destacó el papel de los economistas que los asesoran, a los que calificó como “de valía”, pero consideró que “parece que no conocen mucho el interior, porque al hablar uno sobre las cosas del campo, pareciera que estos temas no son bien interpretados, Hay un desconocimiento muy grande”. 
En ese sentido advirtió que los candidatos parecieran tener un desconocimiento de estos temas porque “deberían, mínimamente, hablar de una baja de las retenciones a la soja, cuando sabemos que la mayoría del campo argentino vive de las soja. Las medidas que hoy se conocen no apuntan a mejorar la competitividad del productor”, razonó.
También estimo necesario incentivar a los productores que utilizan semillas certificadas y con incorporación de tecnología con desgravaciones impositivas, para evitar así, que por un lado, se compren las semillas de bolsa blanca. De esa manera el productor producirá más, el país venderá más y tendrá más dólares. 
A la hora de fijar plazos para el reacomodamiento de la economía, consideró que es necesario implementar una serie de decretos desreguladores como ocurrió “en la primera época (del ex presidente Carlos), Menem a quien le demandó un año desregular la economía, después se equivocó, hizo un montón de desastres. Pero en la transición desde el Gobierno de Alfonsín (Raúl), hasta el de Menem, reacomodó la economía entre 1990 y 1991. Conclusión en poco tiempo se deben tomar un montón de medidas”, explicó. 
También habló de la necesidad de llevar adelante un ajuste salarial acorde a la realidad que tendrá el país. “Necesitamos que la gente no pierda el poder adquisitivo del salario y que nos permita hacer una devaluación y una baja del salario baje en dólares”, añadió. (NAP)