miércoles, 22 de junio de 2016

Gobierno y Monsanto sellarán un acuerdo definitivo la semana próxima 
Fuentes oficiales anticiparon que el Gobierno promulgará la resolución definitiva. Desde Monsanto, aseguran que siguen negociando. 
Luego de varios meses de discusión por el cobro de las regalías a las semillas de soja con tecnología Monsanto, que llevaron la relación al extremo, el Gobierno argentino y la multinacional estadounidense esperan sellar un acuerdo definitivo la semana que viene. 
Según información difundida por la agencia Bloomberg, una resolución redactada por la comisión de semillas del gobierno conjuntamente con los asesores legales del productor de semillas con sede en Saint Louis, será enviada el martes para su aprobación al Instituto Nacional de Semillas (INASE). Una vez aprobada, se la promulgará, según confiaron funcionarios del Gobierno, que pidieron reserva del nombre porque el acuerdo aún no fue anunciado. 
Por el acuerdo alcanzado en las últimas semanas, será justamente el Inase, el organismo encargado de controlar y supervisar la detección de cultivos producidos a partir de las semillas de soja genéticamente modificadas. "El INASE delegará en varias bolsas de cereales la realización de los análisis porque carece de los recursos necesarios para financiar los laboratorios", informaron los funcionarios a Bloomberg, según replicó el portal Edición Rural. 
Instituciones como la Bolsa de Cereales de Rosario estarán autorizadas a buscar financiamiento privado, ya que según difundieron, se necesitarán unas seis millones de revisiones de muestras para analizar el origen de la cosecha de soja de esta campaña, que, según los pronósticos, llegará a los 56 millones de toneladas, de acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. 
El mecanismo anuncia que el INASE se pondrá en contacto con los agricultores cuyas semillas de soja den positivo en las pruebas. En el caso de que los agricultores cuestionen los resultados de las pruebas, podrá utilizarse un análisis que dará la secuencia de ADN de la semilla. 
Historia 
El conflicto comenzó a mediados de abril luego de que el Ministerio de Agroindustria, que dirige Ricardo Buryaile, confirmara la decisión de que los sistemas de controles de los granos deben estar autorizados por el Estado, y dejara sin efecto el cobro de regalías a los productores. 
A partir de allí, hasta el CEO de la multinacional Brett Begemann, reaccionó destacando en un comunicado que "a pesar de que el gobierno argentino reconoció que estaba comprometido a apoyar un entorno propicio para la inversión y el desarrollo a largo plazo, a través del reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual, las recientes acciones no son coherentes con esa posición".
Producto de esta decisión, Monsanto decidió no vender nuevas tecnologías en el país, por lo menos hasta la segunda mitad del año. La compañía emplea de forma directa en el país a unas 1000 personas (entre 3000 y 4000 en forma indirecta). Una vocera de Monsanto en el país, afirmó que "todavía estamos en conversaciones por la resolución, con la esperanza de sellar un acuerdo definitivo pronto". 
Recientemente, Monsanto también fue noticia en el país por un fallo que la favoreció junto a otras cerealeras. Estrictamente, fue la Cámara Civil y Comercial Federal la que, ante un reclamo de la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales, rechazó un reclamo por cartelización y posición dominante en la comercialización de la soja. (NAP)