Algas, el alimento que engorda novillos
en Canadá y que ayuda a combatir el efecto invernadero
en Canadá y que ayuda a combatir el efecto invernadero
Investigaciones han demostrado que el novillo alimentado con algas es más productivo y emite menos metano. Por Ignacio Iriarte
Steve Kay, en su última columna para el portal australiano Beefcentral.com, cuenta que a lo largo de su vida ha tenido la fortuna de degustar todo tipo de carnes.
En su infancia en Nueva Zelandia, los bifes de novillo cruza Holstein con Hereford, criados a pasto en el campo de su padre, piensa que es lo mejor que ha comido.
Más adelante vivió en el Reino Unido, y luego comió carne de casi todos los países europeos; pero en 1986, al ir a vivir a los Estados Unidos, comenzó a comer carne de feedlot , lo que al principio le impresionó mucho.
También comió carne argentina de animales engordados a pasto, de Canadá, de Australia, de muchos otros países, incluido el Kobe de Japón.
Resalta las diferencias en el sabor, determinadas por la alimentación, la edad de faena y la genética.
Carne certificada
Desde hace un año, compra regularmente en su pueblo del norte de California, cortes “Angus Certificado”, cuyo programa destaca.
De esos cortes sobresalen –dice Kay– el gusto, la consistencia y la terneza en la carne, con una relación precio/calidad muy favorable. Durante el año terminado en septiembre último se vendieron en Estados Unidos 460 mil toneladas de cortes Angus Certificado, un 13 por ciento más que el año anterior.
En los últimos 20 años, los frigoríficos licenciatarios del Angus Certificado pagaron a los engordadores más de 550 millones de dólares en premios, con un pico de 52 millones de dólares el año pasado.
Con la fuerte caída del precio de la hacienda (50 por ciento en dos años) y la baja mucho menor en el precio al mostrador, han aumentado los beneficios de los frigoríficos, que en octubre fueron de 125 dólares –un récord histórico– por animal faenado y despostado. Esta caída del valor mayorista permitió que la carne Angus sea promocionada de manera agresiva en los supermercados.
Algas, como balanceado
El ganadero canadiense Joe Dorgan, contó a los investigadores Rob Kinley y Alan Freeden que, según su experiencia, la hacienda que estaba en los potreros que daban a la orilla del mar, era más productiva que los otros animales.
Los técnicos descubrieron rápidamente que la diferencia no estaba en los pastos sino en el hecho de que el ganado más productivo comía las algas que arrojaba el mar a la playa. Los animales crecían más, eran más sanos y emitían un 20 por ciento menos de metano.
El grupo investigó el efecto sobre la digestión de los bovinos de unos 20 tipos diferentes de algas, llegando algunas de ellas a reducir la emisión de metano hasta en un 50 por ciento.
El problema era que para lograr ese efecto el animal debía ingerir un volumen elevado de algas diariamente, lo que volvía poco práctico el procedimiento.
Ahora los investigadores están testeando un tipo de alga que se encuentra en la costa de Queensland, que en las pruebas de laboratorio ha mostrado que reduce las emisiones en un 90 por ciento, y se puede aplicar en bajar dosis.
La asparagopsis taxiformis , el alga en cuestión, produce un compuesto llamado Bromoform (CHBR3), que combinado con la vitamina B12, inhibe la enzima usada por las bacterias ruminales durante la digestión para producir el gas metano.
Agrovoz