Faena de hembras: en enero, 15% más de vaquillonas al frigorífico
La faena de vacas, si bien es alta, todavía se encuentra en niveles propios de una fase de retención moderada. Por Ignacio Iriarte
El perfil de la faena de enero último, con una participación de las hembras del 45 por ciento, muestra signos preocupantes. Por un lado, hay un aumento en la oferta de novillos (+3,4%), de novillitos (+3,2%), y de terneros machos (+14,5%), pero por el otro, la faena de vacas creció un 11,7 por ciento con respecto al año pasado y un 20 por ciento en relación con enero del 2016, momento inequívocamente de retención y de expectativas favorables.
Lo más llamativo en los datos de faena es el continuo aumento de la matanza de vaquillonas, que en enero resultó un 15 por ciento más alta que en igual mes del año pasado y un 46 por ciento superior a enero de 2016, siendo además el registro más alto para el primer mes del año desde 2009.
La faena de vaquillonas del año pasado fue en términos absolutos igual a la de 2014, año en que el stock dejó de crecer. La faena de terneras hembras en enero último aumentó un 20 por ciento con respecto al año pasado y un 69 por ciento con respecto a enero de 2016.
La faena de vacas, si bien es alta, todavía se encuentra en niveles propios de una fase de retención moderada o muy cercanos al equilibrio: en el ejercicio ganadero 2016/2017, con una faena de 2,13 millones de vacas, el stock de esta categoría creció 417 mil cabezas. Para el año ganadero 2017/2018, la faena de vacas puede proyectarse en 2,35 millones de cabezas, por lo que todavía puede esperarse a marzo próximo un aumento marginal en el número de vacas. Es cierto que durante el invierno de 2017 hubo una elevada mortandad, pero también el año anterior se había registrado una mortandad importante y el stock de vacas creció igual.
China no tiene límites
Todos los exportadores argentinos que tratan a diario con compradores chinos nos transmiten la idea de que ese mercado no tiene límites. “Todo anda bien hasta que se habla de volúmenes: en dos ocasiones iniciamos negociaciones con empresas chinas que al final resultó que querían comprarnos un volumen mensual equivalente al doble de toda la producción mensual de nuestra planta”, comenta un exportador.
Los chinos compran vaca en manta (conserva) o en cortes (manufactura), sin rastros de grasa.
¿A dónde se vendían antes todas estas miles de vacas conserva y manufactura que ahora van a China? A Rusia, a Chile, a chacinadores locales y a segmentos del consumo interno de bajos ingresos, especialmente en el Gran Buenos Aires, donde a una vaca inferior se le sacan los cortes más finos y los de la rueda (milanesa), que se venden directamente, y con el resto se hace un combo de asado (muy inferior) y carne picada.
China lleva el garrón y brazuelo de vacas y de novillos, tortuguita, y asados de novillo y de vaca que no dan la calidad que requiere el exigente mercado argentino. También llevan toro de inferior calidad, en manta.
Nuevos protocolos
Los nuevos protocolos firmados con China abren expectativas de colocar importantes volúmenes de medias reses de vaca, delanteros con hueso, asados con hueso, y hasta hueso con carne, sea de “pierna”, de pecho o de cogote. Uruguay hace tiempo que exporta “hueso con carne”.
China es un mercado que ha permitido valorizar la vaca conserva y manufactura, pero por ahora la exportación argentina tiene otros destinos, especialmente el mercado doméstico, que pagan mejor los cortes de novillo pesado o de vaca gorda. (Agrovoz)