viernes, 31 de octubre de 2014

El agua castiga al campo 
Las precipitaciones abundantes registradas hace unos días pegan duro en los productores agropecuarios. Se estima que 800 mil hectáreas están bajo agua
Campos inundados, miles de hectáreas bajo el agua en diferentes zonas hacen que las pérdidas económicas sean muy importantes. Además se debe sumar caminos intransitables transformados en verdaderos ríos que hacen imposible sacar distintos tipos de producción y hasta el recorrido en camionetas y/o tractores. 
Otro ejemplo en la rotura del puente a la altura de Roulet sobre la ruta 51 entre Coronel Suárez y Coronel Pringles, canal importante para enviar producciones hacia el puerto de Bahía Blanca. En esto sentido se hicieron evaluaciones y al ser mucho el tiempo que demandará la reparación, versiones indican que se instalaría un puente de hierro del Ejercito Argentino. 
Graciela Martus, titular de FAA Coronel Pringles, informó que las últimas horas han sido dramáticas para los productores en su zona. "Nuevamente castigados por el clima, con lluvias promedio de 180 milímetros en toda la región. La situación es desesperante, con pérdidas incalculables que agravan aún más la realidad de nuestra gente", señaló. Como adelantamos ayer la zona costera de Tres Arroyos también se ve afectada. 
El contratista Mariano Mainini apenas había terminado de sembrar un lote de girasol en la zona de El Carretero antes de que empezara a llover, dejó su equipo a 70 metros del arroyo y se trasladó a Orense –su lugar-. Cuando regresó era todo agua, "era un mar", definió sin exagerar y entregando material fotográfico que lo avala. 
"Cuando lo vi me volví loco, llegamos como pudimos, porque la correntada era muy fuerte y casi no podías estar parado. Pero por suerte pudimos sacar todo sin problemas, no nos encajamos. Abajo el piso estaba duro, eso era porque el agua corría con tanta fuerza que se había llevado hasta el barro", explicó el orensano sobre la experiencia que vivió en el establecimiento ubicado en el kilómetro 88 de la ruta 228. 
"Los caminos de acceso eran ríos y cruzaban la ruta como si nada. Yo tuve que andar unos 3,5 kilómetros en el agua para poder volver", agregó quien solo es uno de los tantos ejemplos que hay en la región. Sucede que todavía existían lugares que estaban con agua de las importantes precipitaciones de agosto.