miércoles, 29 de octubre de 2014

Las retenciones, el “cáncer” de un interior sin gente 
Hay algunos que creen - o mejor dicho muchos que lo sostienen - que las retenciones al sector agropecuario son solo un problema de dinero y la realidad indica que ante tamaña envergadura (y es por eso su inconstitucionalidad), se transforma en una extracción continua de capital a los productores, siendo el más grave de sus efectos, el impacto que producen en el aspecto social.
Es notorio ver como día a día, notamos una suerte de “conurbano” que se va formando en las ciudades del interior y esto es directamente proporcional a lo despoblados que se ven los campos. Haciendo una cuenta sencilla que desnuda la crudeza del impacto, podemos estimar que cada hectárea de un partido, le reporta solo de retenciones al gobierno nacional unos 150 dólares o sea en las 570. 000 has que tiene por ejemplo Coronel Dorrego el estado se lleva por año unos 80 millones de dólares que en realidad recibe en “billetes” y no justamente al cambio oficial. 
Si queremos ser menos materialistas y pensar solo en el daño social, basta con imaginarse a los partidos de C. Dorrego, Villarino, Puan o Patagones con esa verdadera “fortuna” por año y es claro que la ausencia de ese dinero durante los últimos 12 años, nos reflejan las razones del estado de las rutas, las calles, los presupuestos de educación y carencias en sistema de salud y todo lo que a diario nos falta y nos acostumbramos a no tener. 
Por eso cuando en estos días escuchamos decir que “las retenciones no se pueden sacar”, indudablemente no están pensando en el efecto que causa y en los daños que ya causaron y que lamentablemente, pasarán varios años poder volver a recuperar. Se trata de entender si realmente queremos seguir viviendo en un país unitarista o bien en uno federal, donde quienes sobrevivimos en el interior, podamos seguir haciéndolo.
Prensa Sociedad Rural Cnel. Dorrego