viernes, 31 de octubre de 2014

La Soja aportó al país, en la última década, 45 mil mill/U$S 
De cara al futuro, se puede esperar un menor ritmo de inversión en los próximos 6 años, pero se prevé un incremento significativo. 
El complejo sojero argentino aportó en la última década nada menos que 45 mil millones de dólares al país, mientras que en 2013 generó el 56% de las retenciones que contribuyeron a financiar el gasto público nacional, se aseguró este jueves al recordarse los 10 años de la fundación de la ACSOJA, en una presentación que se hizo en el Salón San Martín de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Los números de la oleaginosa fueron presentados por Iván Ordóñez, del Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la UBA, junto a Sebastián Senesi quienes se refirieron al impacto que la soja tiene en la economía argentina. Así quedó demostrado la magnitud que el sistema de agronegocios de la soja tiene para los argentinos y en ese sentido Ordóñez indicó que representa el 5,5% del PBI, genera el 26% de las divisas que ingresan en concepto de exportaciones –el 58% del total corresponden a los agronegocios- y el 10% de la recaudación fiscal del país. 
En la campaña 2012/13 el sistema de la soja invirtió por 2,6 mil millones de dólares y generó productos por un valor total de 30,9 mil millones de dólares, lo que implica que por cada dólar de insumos, el resultado generado fue de 12 dólares, expuso Ordoñez en el trabajo presentado y argumentó que el precios de la soja con menos potencial e incrementos en los costos pueden reducir ese ratio a 9 dólares. 
Uno de los ejes que da respuesta al crecimiento está dado por la demanda sostenida, que desde 1980 y con proyección a 2020, se basa en un consumo humano de proteínas animales en crecimiento, un fuerte cambio de forrajes a subproductos de oleaginosas y maíz en el mix para el ganado y un incremento en la utilización de maíz y soja para la producción de biocombustibles. También en ese período se mantiene la tendencia del crecimiento urbano. El aumento de la población urbana es 5 veces más rápido que la rural. 
La tendencia aparece más marcada en las economías emergentes, particularmente en Asia, donde es 7 veces más rápido. En tanto que el crecimiento del PBI per cápita es 2 veces más rápido en las economías emergentes, lo que lleva a una mejora en las condiciones de vida creando una nueva clase media global. 
En este marco, además, los usos del grano son significativamente superiores a la producción: un 7,9% PBI/Cápita, un 3,5% del consumo de carnes y 5,1% de biocombustibles. “Esto se resuelve solo con precios crecientes”, dijo Ordóñez. Brasil y Argentina son los mayores productores del MERCOSUR. 
En paralelo, el ratio de crecimiento de Estados Unidos y Canadá disminuye significativamente debido a la reducción del área destinada a la agricultura, y el resto del mundo no tiene condiciones técnicas o institucionales para ser un actor relevante en la producción del cultivo. Por esto, está proyectado que el 48% del crecimiento de la producción de proteína vegetal en el mundo tendrá lugar en el MERCOSUR”, apuntó el orador. 
En estos 10 años, el área de soja creció a un 5% anual, mientras que la producción a un 4%, siendo Buenos Aires la provincia con crecimiento de mayor superficie. Se incorporaron al área agrícola 9,1 millones de hectáreas. “La soja avanzó sobre áreas tradicionales de la agricultura. La soja no avanzó sobre áreas vírgenes. Creció al ritmo del 10% anual en la provincia de Buenos Aires. La soja no es responsable del desmonte ni expulsó gente”, apuntó Ordóñez. 
Las proyecciones más optimistas indican que la cosecha anual de soja alcanzará las 61 millones de toneladas a 2020 basadas en incrementos de la productividad. “Vemos que el crecimiento de las hectáreas sembradas ya pasó. Ahora va a crecer la producción a 3,4%”, dijo Ordóñez. El grueso de la producción argentina de soja se procesa y se exporta manteniendo el liderazgo en los mercados globales en los últimos diez años. 
El complejo exporta el 86% de la producción y procesa el 69%. Aunque el agregado del biodiesel elevó el nivel de consumo local al 49%. En un escenario de corte B20, el abastecimiento integral para biodiesel demandará un total de 16 millones de toneladas de grano de soja, casi 5 millones de hectáreas. (NAP)