Desde este mes, el gordo comenzará a salir al mercado
Muchos confían en que el gordo saldrá en forma escalonada hasta febrero, para evitar una caída de precios. La caída del valor del maíz se termina trasladando, en forma positiva, al precio del ternero de invernada. Por
Ignacio Iriarte
Mercado tranquilo, con cotizaciones que se sostienen sólo por el bajo volumen disponible para el consumo interno, que en julio se ubicó por debajo de los 54 kilos per cápita.
Sea por el auge de las recrías, por el atraso experimentado en los engordes tanto en los feedlots como en el campo, o por los efectos de las inundaciones en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, las faenas (tanto de machos como de hembras) siguen muy bajas.
Muchos operadores confían en que el gordo acumulado saldrá de manera escalonada de septiembre a enero o febrero, evitándose así una concentración de la oferta y una caída de los precios.
Primero saldrá lo que proviene del feedlot y luego lo que viene del sistema pastoril suplementado.
Para los próximos meses se espera una recuperación de la actividad económica, por lo aumentos en jubilaciones y sueldos, por la baja prevista en la inflación, por el blanqueo y por el reinicio de la obra pública.
Si la oferta acumulada se distribuye en el tiempo y la demanda se recupera algo a partir de los bajos niveles actuales, los precios podrían caer mínimamente o mantenerse. Hay mucha humedad en el suelo y la retención estacional de primavera también puede contribuir a moderar un eventual aumento de la oferta.
Si medimos la relación de compra-venta (ternero 180 kilos y novillitos de 350 a 400 kilos) para el mes de noviembre de los años 2009-2015, se observa que ese ratio es en promedio del 28 por ciento. Con puntos extremos que van del 13 por ciento, en el final de la fase de liquidación en 2009, hasta un 45 por ciento como máximo en noviembre de 2014.
La relación de compra-venta para el mes de marzo (promedio 2010-2016) cae al 17 por ciento, y si se toma el promedio de mayo para esos mismos siete años, ese cociente cae a sólo 11 por ciento.
Esto es: la relación de compra/venta de los últimos siete años es muy positiva (para el criador) para el mes de noviembre (28 por ciento), pero cae en marzo al 17 por ciento y al 11 por ciento en mayo.
Debe observarse también que relaciones novillo/maíz muy altas (14-16 a 1), como la que se registró en junio-octubre del 2010, se trasladan al sobreprecio de la invernada en relación al gordo. Esas categorías promediaron en esos cinco meses 30 por ciento.
El año pasado, una relación novillo/maíz del orden de 20 a 1 como promedio anual, influyó marcadamente sobre la relación de compra-venta, que fue 30 por ciento positiva. Al igual que en otros países donde es muy importante el engorde o la terminación del ganado a corral, en nuestro país se verifica que existe una relación inversa entre el precio del maíz y el sobreprecio de la invernada en relación al gordo.
Con el feedlot como comprador del 70 a 80 por ciento de los terneros que salen a la venta, la caída del valor del maíz se termina trasladando (positivamente) en gran medida al precio del ternero de invernada.
A principios de este año, el precio del ternero sufrió la dramática suba del precio del maíz, que redujo –hasta hacer desaparecer en algún momento– la rentabilidad del feedlot.
El sobreprecio del ternero de 180 kilos en relación al novillito de 350-390 kilos, cayó del 33 por ciento en octubre pasado (antes de la devaluación y de la quita de retenciones) a sólo el siete por ciento durante junio pasado.
Agrovoz