El sorgo busca revancha para mejorar la eficiencia ganadera
Recomendaciones para su uso en pastoreo y para la confección de silaje. Qué híbridos elegir en cada caso y las claves del manejo.
A pesar de la leve suba en la superficie sembrada en la campaña 2015/16, el sorgo viene siendo un cultivo relegado en los últimos ciclos. Buscando cambiar esta tendencia, sus problemáticas y fortalezas fueron abordadas en el tercer Simposio Nacional del Sorgo realizado recientemente en Pergamino, con la organización de Aianba, Inta y Unnoba.
Uno de los puntales para su recuperación pasa por la ganadería, actividad para la cual el cultivo es estratégico por su capacidad de adaptación en zonas marginales, donde se produjo el corrimiento de la hacienda en los últimos años.
“En las mejores tierras es más rentable hacer maíz o soja; el sorgo se encuentra más cómodo en campos de menor aptitud agrícola. Pero de todas formas se necesita aplicar tecnología para que pueda expresar todo su potencial y lograr el protagonismo que debería tener en la producción de carne”, dijo a Valor Carne Vicente Trucillo, Líder de investigación de sorgo de Advanta y uno de los organizador del evento. Y agregó que “hoy el rendimiento nacional está en torno a las 4 ton/ha cuando podría alcanzarse más del doble dándole la atención que se merece”.
Por su parte, Leandro Abdelhadi, médico veterinario y especialista en nutrición, contó su experiencia en la Cuenca del Salado, “en donde se puede producir sorgo para pastoreo directo en el verano o como forraje diferido para el invierno”.
La hora del pastoreo
Según Abdelhadi, el sorgo forrajero permite atender las necesidades nutricionales de la invernada en verano. Además, con un buen manejo, el costo del cultivo se diluye por la mayor producción de carne por hectárea.
De acuerdo a un ensayo presentado en la charla, con un pastoreo a 60 cm. del suelo se puede lograr un importante diferencial en la producción de carne gracias a la calidad del alimento y a la menor cantidad de días de rebrote. “Esto implica una producción extra en invernada de 150 kg/carne/ha, que hoy son U$S250, equivalentes al costo de implantación del cultivo”, destacó.
Por eso, más allá de las calidades de los materiales, el veterinario recomendó “no perderse en la discusión sobre qué híbrido usar ya que en general, con cualquiera se puede lograr una gran ventaja productiva. Lo crucial es el manejo que paga la diferencia”, sostuvo.
En la visión de Abdelhadi, el sorgo también es una buena opción para mejorar los bajos indicadores de la cría, a través de la confección de silaje.
“Producimos un ternero cada dos vacas porque las hacemos parir flacas, con baja condición corporal, lo que retrasa el celo post parto. Cada cien vacas en producción deberíamos destetar no menos de 85 terneros. Esto implica preñar 93/94%, lograr que el 90% tenga un ternero vivo y que el 85/88% llegue al destete”, aseveró.
Para alcanzar estos objetivos, recomendó el uso de sorgos azucarados diferidos que permiten pasar los meses críticos del invierno en los cuales las vacas pierden condición corporal. Una ventaja del cultivo, es que “con muy poquitas hectáreas haces mucho volumen de comida de calidad”, destacó.
El especialista, comparó la acumulación de forraje de un campo natural para diferir, con la que logra el cereal. “Con cualquier sorgo azucarado se produce cuatro veces y media más comida”, indicó. Y agregó que “de acuerdo al rendimiento promedio de los materiales que se usan en la región pampeana, con una ha de sorgo se le da de comer a diez vacas secas preñadas durante los cien días de invierno”.
Secretos de autor
Pensando en el silaje, el nutricionista recomendó usar materiales azucarados por una cuestión de palatabilidad. “Tienen más de 17% de azúcares y si además son BMR (nervadura marrón) mejor, ya que al animal le será más fácil procesarlo porque tienen menos lignina”, sostuvo.
En tanto, apuntando a un buen rendimiento de materia seca por hectárea, una clave es optar por un sorgo granífero. “No se trata de producir volumen sino cantidad de materia seca y la panoja tiene el 50% del total de la planta entera”, explicó.
Otro dato que apoya el uso de granífero es la digestibilidad ya que “la fibra necesita mucho tiempo de permanencia en rumen para que las bacterias la puedan digerir, en cambio el grano es aprovechado en menos tiempo”, agregó.
Por último, Abdelhadi apuntó al costo del silaje. “Ensilar un granífero es más barato que un forrajero porque el contratista cobra un valor por toneladas de materia verde que pica, o sea que cuanto más cantidad de agua pasa por la máquina más caro te sale”, aseveró.
En ese sentido, detalló que, por ejemplo, un material forrajero de 50 tn/ha de materia verde, con 25% de materia seca aporta 12,5 ton de comida, mientras que uno granífero, con 40 tn/ha de materia verde, puede contener 38% de materia seca, logrando así 15,2 tn. “No solo son más toneladas de materia seca por ha, sino que encima, por haber picado material más liviano, el contratista te cobró menos”, subrayó.
Pero más allá de sus ventajas, un punto clave para que el granífero sea eficiente es su procesamiento de modo que no queden granos enteros. En tal sentido, aclaró que “además del conocimiento que hoy se cuenta sobre el tema, el nivel tecnológico de la maquinaria está avanzando y ya hay empresas que están trabajando en algunas específicas para el cultivo”. Por eso, subrayó que es fundamental “la capacitación de los contratistas”.
A la hora de las conclusiones, Abdelhadi fue contundente: “El crecimiento del sorgo encierra un gran desafío. La tecnología está disponible y hay una gran área para incrementar el cultivo, pero dependerá de que la información le llegue al ganadero para que este tenga la certeza de que si lo elige, le va a funcionar”.
Por Marcos Lopez Arriazu | www.valorcarne.com.ar