viernes, 16 de septiembre de 2016

La media res argentina es la más liviana en la región
En Argentina, el peso de la carcasa de los machos es 230 kilos; en EE.UU., 410 kilos. Por  Ignacio Iriarte 
El peso promedio por animal faenado sigue creciendo en casi todos los países ganaderos. En Australia, el año pasado los machos promediaron 321 kilos peso res, cinco kilos más que el año anterior y 36 kilos más que en el año 2000; las hembras, por su parte, promediaron los 230 kilos también cinco kilos más que en el 2014. 
En la Argentina, el peso de las carcasas de machos (novillos, novillitos, terneros y toros) fue el año pasado en promedio de sólo 230 kilos. Se trata de 91 kilos menos que en Australia. En el caso de las hembras, el año pasado promediaron los 170 kilos res, 80 menos que el país de Oceanía. 
El peso medio argentino, en el caso de los machos, es muy bajo y está condicionado por la elevada proporción de terneros y novillitos en la faena. Y también por la reducida proporción de novillos pesados dentro de la categoría novillo. 
En Uruguay, el año pasado los machos rindieron 276 kilos y el promedio de todo el ganado fue de 247 kilos, 22 kilos por encima del peso medio actual de nuestro país. 
En Brasil, donde el peso medio también ha crecido, el valor promedia los 240 kilos, mientras que en Estados Unidos, el peso promedio de todo el ganado es de 380 kilos, y el de los machos (prácticamente no se matan novillitos o terneros) hoy alcanza los 410 kilos res por cabeza. Hace 16 años, ese peso era de 365 kilos. 
El aumento en el frame de las vacas no sólo ha llevado a carcasas mucho más grandes. Como económicamente se justifica el engorde a corral hasta pesos muy elevados, los novillos tienen cortes excedidos en tamaño. La gastronomía se queja de que ya no caben en los platos, al tiempo que el desperdicio de grasa causa pérdidas económicas muy grandes. 
Investigadores norteamericanos han ensayado la hipótesis de que la pérdida de dos a tres puntos en la tasa de destete del rodeo norteamericano de los últimos quince años se debe no sólo a los fenómenos climáticos adversos, sino también al excesivo tamaño de las vacas de cría. Estos animales son de difícil mantenimiento y cuyo peso vivo promedio habría subido cerca de 100 kilos en las últimas dos décadas, en el caso de los rodeos comerciales. 
Chris Hurt, economista del servicio de extensión de la Universidad de Purdue, sostiene que la fase de retención del ciclo ganadero en Estados Unidos se está ralentizando, con señales incipientes de que la recomposición está próxima a detenerse. 
La fase de retención del período 2014-2015 fue particularmente intensa y la recuperación de la producción de carne, basada no sólo en el aumento de la faena sino también en animales más pesados, ha llevado a que en mayo pasado la oferta de carne vacuna haya resultado 10 por ciento más alta que el año anterior.
Los precios del novillo, que en marzo último eran de 3,10 dólares por kilo vivo, hoy han caído a sólo 2,45 dólares por kilo. 
La faena de vacas en el bimestre mayo-junio se ha incrementado un 18 por ciento. Y pese a la baja en el valor de la hacienda (21 por ciento) desde mayo pasado, el precio promedio de los cortes vacunos al mostrador, con 13,50 dólares por kilo, ha bajado sólo un 3,3 por ciento. 
Muchos analistas destacan, a partir del caso de la ganadería estadounidense, que cuando los precios del ternero son muy buenos (6,50 dólares por kilo hace dos años), la recuperación del rodeo de cría y de la oferta de carne pueda ser mucho más rápida de lo esperado. Esa oferta adicional puede hacer bajar los valores del ganado y revertir tanto las expectativas favorables como la retención ganadera en curso.
Fte: Agrovoz