En trazabilidad y control de ganados y carnes, se necesita un cambio de actitud más que un cambio de sistema
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa alerta sobre la sanción de la RG 3469 de AFIP, acerca del “Sistema Fiscal de Trazabilidad Animal” (SIFTA), por dispositivo electrónico, entendiendo que la misma no se condice con las exigencias de los mercados demandantes de nuestros productos.
El rodeo nacional y los organismos de contralor ya disponen de un sistema puesto en vigencia por la resolución de SENASA 754/2006, que crea la CUIG, Clave Única de Identificación Ganadera y el uso de este sistema asegura que se identifique a cada productor e individualmente a cada animal que le pertenece, tanto a los fines de la trazabilidad (camino recorrido por cada animal desde su nacimiento hasta la faena), como a los de control fiscal, sanitario y prevención de los delitos de abigeato.
Este sistema, avalado por la Unión Europea, es perfectible.
Antes de cambiar el sistema habría que maximizar el aprovechamiento del actual, llegando la trazabilidad hasta el fin de la faena, ya que en la actualidad ésta se pierde al descartarse las caravanas antes de tiempo en los frigoríficos. Es posible avanzar en el control de la evasión, la calidad e inocuidad agroalimentaria, generando un eficaz sistema de control con verdaderas penalidades a los infractores.
Los productores agropecuarios no se oponen a la existencia de un sistema de control Fiscal y de Trazabilidad Animal, pero el dispositivo electrónico implementado por AFIP no agrega beneficio alguno, tanto en lo atinente a trazabilidad como a la posibilidad de control fiscal, y sí acarrea en cambio un costo escandaloso para el productor y los frigoríficos, quedando sólo el beneficio económico para los fabricantes, intermediarios y vendedores del mismo. El uso del chip es una herramienta complementaria, a utilizar cuando se han logrado cumplir objetivos y metas que todavía no hemos alcanzado.
Recordamos que en el último Congreso de Trazabilidad de la OIE (Organización Internacional de Epizootias), celebrado en Buenos Aires, organizado por el Minagri-Senasa, en 2010, dio como recomendación que la trazabilidad debe dar las garantías de calidad e inocuidad de alimentos, y debe estar en manos de los organismos sanitarios, para que luego se intercambie información con los organismos de control.
Por lo expuesto, las entidades rurales integrantes de la Confederación no están de acuerdo con el cambio de sistema.