Trigo y pan, crónica de un desastre anunciado
Desde Confederaciones Rurales Argentina, afirmaron que "cuando Julián Domínguez era ministro de Agricultura, ya se reconocía públicamente que al productor no se le pagaba el precio FAS de un mercado competitivo y transparente, que se habían quitado los incentivos a la sana competencia entre la exportación y la molinería y que el proceso de determinación arbitrario de quienes vendían, quienes compraban y la tolerancia a un precio inferior al de mercado, tarde o temprano significaría la pérdida del cultivo del trigo".
Admitieron que "frente a ello el Gobierno solo se ocupó de hacer anuncios huecos sobre liberación de cupos u otorgamiento de ROES para comercializar porciones de toneladas. Nada lo definió tan bien, como cuando se dijo, dan permisos para cazar en el zoológico. En efecto la ausencia de un mercado transparente y los permisos discrecionales hundieron el precio y terminaron con la voluntad y paciencia del productor.
Se ha dicho hasta el hartazgo que este año fue la peor siembra en hectáreas de los últimos 111 años, y hace pocos días en rimbombante noticia el MINAGRI anunciaba que la provisión de harina para la mesa de los argentinos estaba asegurada" afirmaron al tiempo que sostuvieron que "hoy se sale a cazar trigo con una ley anticuada y métodos perimidos, y los socios beneficiados de ayer son los perseguidos de hoy".