El Ejecutivo vetó lo que
dijo el Congreso ¿y ahora?
La Presidente decidió dar de baja la medida que dispuso el Congreso de la Nación ya que según manifestaron se trató de "error".
El gobierno vetó con sorprendentes argumentos el art. 4 de la Ley de Emergencia que incluía la suspensión de retenciones por 180 días para nuestra región y que había sido aprobada por unanimidad en el Congreso.
El gobierno vetó con sorprendentes argumentos el art. 4 de la Ley de Emergencia que incluía la suspensión de retenciones por 180 días para nuestra región y que había sido aprobada por unanimidad en el Congreso.
Según el Boletín Oficial corresponde eliminar las retenciones a nuestra zona porque la medida “no dispone ningún beneficio, ya que la producción agropecuaria no está gravada con derechos de exportación, siendo una actividad que no está gravada con el tributo”. Sí, leyó bien eso sostiene.
Dentro de otro párrafo afirma que “los derechos de exportación recaen sobre la exportación de mercaderías, aplicándose cuando se produce el traslado físico de ellas, cuando las mismas cruzan la frontera con destino a otro país”.
El decreto esgrimido afirma que el artículo en cuestión fue agregado por error y que no puede utilizarse mezquinamente para sacar ventajas personales o partidarias.
Textualmente afirma que “sacar ventaja de errores ajenos puede ser una expresión de picardía política, pero intentar movilizar a los productores en defensa de un artículo de una ley que claramente contradice los acuerdos parlamentarios que dieron marco a su aprobación es un acto de bajeza política y mala fe parlamentaria”.
Dentro de otro párrafo afirma que “los derechos de exportación recaen sobre la exportación de mercaderías, aplicándose cuando se produce el traslado físico de ellas, cuando las mismas cruzan la frontera con destino a otro país”.
El decreto esgrimido afirma que el artículo en cuestión fue agregado por error y que no puede utilizarse mezquinamente para sacar ventajas personales o partidarias.
Textualmente afirma que “sacar ventaja de errores ajenos puede ser una expresión de picardía política, pero intentar movilizar a los productores en defensa de un artículo de una ley que claramente contradice los acuerdos parlamentarios que dieron marco a su aprobación es un acto de bajeza política y mala fe parlamentaria”.